La Casa Blanca ha ordenado al Pentágono que elabore informes con las distintas opciones para aumentar la presencia de tropas en Panamá, con el objetivo en mente de “recuperar” su preciado canal, según afirman funcionarios de la Administración a varios medios estadounidenses. Estos planes, que ya está desarrollando el Comando Sur de Estados Unidos, contemplan desde una colaboración más estrecha con el ejército panameño hasta la posibilidad de que el ejército tome el canal por la fuerza.
Sin embargo, el uso de la fuerza militar parece por ahora una opción poco probable, que dependerá del nivel de cooperación del ejército panameño con el estadounidense, según informa NBC News citando fuentes oficiales. El jefe del Comando Sur, el almirante Alvin Holsey, habría presentado esta semana un borrador con varias estrategias al secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien se espera que visite Panamá el próximo mes.
Trump denuncia que China “controla” el canal de Panamá y teme que pueda barrar el paso de barcos americanos si hay conflicto
Donald Trump insistió la semana pasada, durante su primer discurso ante una sesión conjunta del Congreso, en la idea que ya expresó durante su discurso de investidura: “Para mejorar aún más nuestra seguridad nacional, mi administración recuperará el Canal de Panamá”, aseguró, entre amenazas también de convertir Canadá en el 51ª Estado del país y de anexionarse Groenlandia.
Ayer, en su reunión en la Casa Blanca con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, repitió esa idea, añadiendo que “el hombre que tengo al lado puede ser instrumental”, a pesar de que hacerlo por la fuerza implicaría atacar a un aliado de la OTAN, pues Groenlandia pertenece a Dinamarca.
El canal de Panamá, cuyo control fue devuelto al país centroamericano en 1999 en virtud del acuerdo firmado en 1977 por el presidente estadounidense Jimmy Carter y el panameño Omar Torrijos, es un enclave neutral a ojos de la comunidad internacional y según lo establecido en la Constitución de Panamá. Todos los países pueden utilizar el crucial paso marítimo, pero Trump busca limitar el acceso de China, que asegura que está “controlando” el canal, una afirmación que han negado rotundamente tanto el gobierno chino como el panameño.
El temor declarado es que, en caso de conflicto, Pekín pueda cerrar el canal a la navegación de barcos estadounidenses. La ubicación de este enclave es fundamental para los intereses americanos, pues es el paso más rápido para que sus barcos circulen entre la costa este y la costa oeste del país.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha rechazado sistemáticamente las afirmaciones de Trump, calificándolas de “tonterías”. Durante una visita al país, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, aseguró que “el statu quo es inaceptable” en lo que respecta a la presencia de China, señalando que el gigante asiático administra el canal, algo que es competencia panameña.
Rubio afirmó tras la visita en febrero que Panamá iba a permitir que los barcos estadounidenses utilizaran el canal de forma gratuita, algo que Mulino se encargó de rebatir, con lo que el secretario de Estado terminó aclarando que se trataba solo de las “expectativas” de Washington. Por su parte, China acusa a EE.UU. de estar utilizando métodos de “coerción” para presionar a los Panamá para que bloquee los proyectos de ayuda chinos.
En la actualidad, más de 200 soldados están estacionados en Panamá, aunque la cifra fluctúa constantemente. Trump habría ordenado que su presencia sea más visible alrededor del Canal como señal de fuerza. Pero también la cooperación potencial con el ejército panameño incluiría la apertura de un campo de entrenamiento militar en el país para preparar a las tropas estadounidenses en caso de una guerra regional o una situación que requiera que el ejército asegure el canal.