La aviación israelí atacó Beirut esta misma mañana por primera vez desde la firma del alto el fuego con Hizbulah el pasado 26 de noviembre. Israel lanzó dos disparos de advertencia con drones antes de lanzar diversos proyectiles que sacudieron la ciudad.
Una hora antes de la ofensiva, el portavoz arabófono del Ejército israelí, Avichay Adraee, envió una orden de evacuación a través de X para todos aquellos que “se encuentren a menos de 300 metros” de un edificio localizado en Hadath, en el sur de la ciudad, una zona controlada por la milicia chií y que también sufrió otros ataques durante el pasado otoño.
El aviso provocó el pánico en la zona, una de las más densamente pobladas de la capital y donde se encuentran diversos colegios, mientras que el ministerio de Educación libanés ordenó el desalojo del complejo universitario de Hadath. El sonido de los aviones de combates israelíes era audible desde diversos puntos de Beirut y se produjeron disparos al aire para ahuyentar a los civiles de la zona amenazada.
El ataque tensiona aún más la frágil tregua entre ambos bandos y que establece el cese de las hostilidades y la retirada de tropas tanto israelíes como de la milicia de la zona fronteriza.
En un incidente similar al de hace una semana, el ejército israelí afirmó haber intercepta un cohete lanzado desde el otro lado de la frontera, aunque Hizbulah niega cualquier vinculación con el ataque. El misil fue respondido con una decena de bombardeos en el sur de Líbano, donde, a pesar de la paz acordad hace cinco meses, se producen ataques esporádicos casi a diario.
Un alto cargo del “Partido de Dios” negó en un comunicado que el grupo estuviera involucrado en el lanzamiento del cohete del viernes, que se produjo tras una andanada de cohetes hacia el norte de Israel el 22 de marzo, por la cual el grupo respaldado por Irán también negó responsabilidad.
Hizbulah acusa a Israel mismo de estar detrás de estos ataques con misiles y de crear pretextos para reactivar la guerra.
Por su parte, el presidente libanés , Joseph Aoun, en visita diplomática en el Elíseo, fue informado durante una reunión con los presidentes de Francia, Siria, Chipre y el primer ministro griego sobre la amenaza israelí contra el suburbio sur de Beirut, según informó la Presidencia de la República Libanesa en su cuenta de X.
“Transmitió esta información a los participantes de la reunión y sigue la evolución de la situación minuto a minuto durante este encuentro a cinco”, añade el comunicado.
A raíz de los últimos acontecimientos, la coordinadora especial de la ONU para el Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, hizo un llamado a “todas las partes” a la “moderación” en un comunicado publicado por la ONU, en un momento en que el ejército israelí amenaza con un ataque en la periferia sur de Beirut.
“El intercambio de disparos de hoy a través de la Línea Azul, el segundo incidente de este tipo en menos de una semana, es profundamente preocupante”, comentó inicialmente.
“Se trata de un período crítico para el Líbano y la región en general. Cualquier intercambio de disparos ya es demasiado. Un retorno a un conflicto más amplio en el Líbano sería devastador para los civiles a ambos lados de la Línea Azul y debe evitarse a toda costa. La moderación de todas las partes es, por lo tanto, absolutamente necesaria”, escribió después.
En este contexto, reiteró su compromiso con la aplicación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, el mandato aplicado desde 2006 y cuyo objetivo es “poner fin a los ciclos recurrentes de violencia”, sin demasiado éxito por el momento.

