El gobierno de Donald Trump estaría planeando una nueva forma de recortar gastos, esta vez, reduciendo su presencia diplomática en el extranjero. Según ha informado la CNN, que ha tenido acceso a un documento interno del Departamento de Estado, la administración estadounidense estaría estudiando el cierre de una treintena de embajadas y consulados en todo el mundo, además de reducir las misiones diplomáticas en países como Somalia e Irak, puntos clave para los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos.
De acuerdo con el documento filtrado, al menos 10 embajadas y 17 consulados podrían clausurarse por recomendación del Departamento de Estado. La mayoría de estos centros diplomáticos se encuentran en Europa y África. Lesoto, la República del Congo, la República Centroafricana, Sudán del Sur y Sudáfrica son algunos de los países africanos en el punto de mira del Gobierno. Respecto a Europa, podrían desaparecer las embajadas de Malta y Luxemburgo, además de cinco consulados en Francia, dos en Alemania, dos en Bosnia y Herzegovina y uno en el Reino Unido.
Esta medida también afectaría, en menor medida, a algunos países de Asia y el Caribe, como Corea del Sur e Indonesia, entre otros. La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, no ha querido hacer declaraciones sobre el documento y se desconoce si el Secretario de Estado, Marco Rubio, ha dado el visto bueno a la propuesta.
“America First”
El cierre de los consulados supone un paso más para los planes aislacionistas de Trump
El posible cierre de embajadas y consulados estadounidenses se enmarca en el implacable plan de la administración Trump por recortar gastos en el gobierno federal. La operación se añadiría a una larga lista de desmantelamientos realizados por los republicanos de la mano del Departamento de Eficiencia Gubernamental, liderado por Elon Musk, que de momento no ha dado los resultados esperados. Pese al cierre de la agencia de ayuda exterior, la investigación médica, las universidades o la política climática, además de despidos masivos de funcionarios, el gasto gubernamental no ha hecho sino aumentar bajo el bisturí de Musk.
La medida coincide además en el tiempo con la guerra comercial y la política arancelaria intermitente iniciada por Trump, que ha trastocado la economía mundial. El cierre de los consulados supone un paso más para el aislacionismo estadounidense, y puede significar una involución para las relaciones entre EE. UU. y los países afectados, debilitando los lazos comerciales y boicoteando los intereses y necesidades de las entidades y ciudadanos estadounidenses en el extranjero.


