Un aniversario muy agridulce

80 años de la derrota del nazismo

La actitud de Trump y la agresión rusa en Ucrania deslucen la celebración del final de la Segunda Guerra Mundial en Europa

French veterans prepare near the Arc de Triomphe before ceremonies marking the 80th anniversary, of the end of World War II in Europe, Thursday, May 8, 2025 in Paris. (AP Photo/Thibault Camus)

Veteranos franceses junto al Arco de Triunfo, en París

Thibault Camus / Ap-LaPresse

El júbilo por la victoria sobre la Alemania nazi, el 8 de mayo de 1945, derivó pronto en una nueva pesadilla para la parte de Europa que cayó bajo el dominio soviético. Ochenta años después, aquel sabor agridulce domina otra vez el ambiente por un doble motivo. La invasión rusa de Ucrania devolvió al continente a los peores tiempos de la guerra fría. Y a esa sacudida se sumó otra, menos predecible históricamente: el desprecio y la hostilidad mostrados por un presidente de Estados Unidos hacia los aliados que su país salvó y protegió.

Los actos del aniversario se vieron ayer deslucidos por la falta de una gran conmemoración conjunta, la ausencia de Donald Trump y la ofensiva de las tropas de Vladímir Putin en Ucrania, que se prolonga ya desde hace más de tres años. Una mirada a la hemeroteca lleva a pensar que la evolución podría haber sido otra muy distinta después de la caída del muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989, aunque el peligro de recaer en la tragedia ya se atisbaba en el horizonte.

Hace treinta años, cuando se conmemoró el medio siglo de la derrota de Hitler, Berlín reunió a los líderes de Francia, Gran Bretaña y Alemania, así como al entonces primer ministro ruso, Víktor Chernomirdin, y al vicepresidente norteamericano, Al Gore. Un efímero periodo de armonía. Imbuido por el optimismo, el premier británico, John Major, habló del nacimiento de “una nueva era de la razón”. Chernomirdin, sin embargo, pidió “la construcción de un verdadero sistema de seguridad conjunto en Europa” y “una estabilidad desvinculada de los bloques”. El jefe del Gobierno ruso fue más allá. Con palabras cuyo dramatismo resuena ahora, alertó contra los planes de ampliar la OTAN hacia el este y avisó que podrían llevar “a la catástrofe histórica”.

El veterano británico George Durrant, de 100 años, durante una fiesta al norte de Birmingham

El veterano británico George Durrant, de 100 años, durante una fiesta al norte de Birmingham

RYAN JENKINSON / GETTY IMAGES

Aunque esas lejanas reflexiones son muy de actualidad, el Reino Unido, que resistió a los bombardeos y coorganizó el desembarco de Normandía, optó por ceñirse a recordar el heroísmo de la generación que frenó a Hitler. Los festejos por la victoria de 1945 han durado varios días, distribuidos por todo el país, con un carácter popular. Ayer, el rey Carlos y el príncipe Guillermo realizaron ofrendas florales en la abadía de Westminster, en Londres. Después de guardar los dos minutos de silencio que debían observarse en todo el territorio, asistieron a un oficio religioso. Durante una conferencia sobre defensa, el primer ministro, Keir Starmer, dijo que no fue solo una victoria para Gran Bretaña sino “del bien contra las fuerzas reunidas del odio, la tiranía y el mal”.

El presidente federal alemán, Frank Walter Steinmeier, pronuncia un discurso muy duro contra Putin y Trump

En Alemania, donde la conmemoración siempre ha sido más sobria, por razones obvias, el presidente federal, Frank-Walter Steinmeier, pronunció un discurso nada protocolario en el Bundestag, la cámara baja del Parlamento, que desde la reunificación volvió instalarse en el viejo edificio del Reichstag, lugar de potentes evocaciones. Steinmeier no se mordió la lengua. Denunció “las falsificaciones históricas” del Kremlin al justificar su ataque a Ucrania en nombre de la lucha contra el nazismo. “No tiene nada que ver”, insistió. Steinmeyer también fue duro con Trump por poner en cuestión el orden y los valores establecidos a partir de 1945. Se trata, según el jefe de Estado, de “un shock de una magnitud sin precedentes”. “Se trata ni más ni menos que una doble ruptura histórica, la guerra de agresión de Rusia y la ruptura de los valores americanos, que marca el final del largo siglo XX”, constató el dirigente alemán.

El canciller alemán, Friedrich Merz, y el presidente federal, Frank-Walter Steinmeier, entre otros líderes, durante una ceremonia en Berlín

El canciller alemán, Friedrich Merz, y el presidente federal, Frank-Walter Steinmeier, entre otros líderes, durante una ceremonia en Berlín

ODD ANDERSEN / AFP

En Francia, aunque ya había sido para entonces liberada, el 8 de mayo de 1945 supuso pasar página, definitivamente, a una terrible derrota ante Alemania, en mayo y junio de 1940, la más humillante de su historia, que condujo a cuatro años de ocupación y a un régimen colaboracionista, el del mariscal Pétain. Ayer hubo un desfile en los Campos Elíseos y Emmanuel Macron pronunció un discurso bajo el Arco de Triunfo, frente a la tumba del soldado desconocido, en el que rindió tributo a todos los resistentes, incluidos los republicanos españoles, y a los aliados. Fue significativo que el jefe de Estado francés citara expresamente “a todos los pueblos soviéticos”.

Macron explicó que la reconciliación entre Francia y Alemania fue la base de la construcción europea. Se refirió asimismo al nacimiento de las Naciones Unidas, a la Declaración Universal de los Derechos Humanos y al proceso de descolonización. El presidente lamentó “el resurgir de los imperialismos y de los totalitarismos” durante los últimos años. “No acabaremos nunca de batirnos por la victoria y de defender la paz –concluyó, con solemnidad–. Si algunos lo pensaban, los últimos años nos lo han recordado. No acabaremos nunca de afirmar el lugar de nuestro país, de de­fender nuestra independencia y nuestra libertad. Pues sí, habrá Francia todavía y para siempre. Y con ella Europa, nuestra Europa y nuestra paz”.

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