Los demócratas ocultaron el declive cognitivo de Joe Biden, según el nuevo libro 'Original Sin'

Estados Unidos

Los periodistas Jake Tapper y Alex Thompson relatan a través de más de 200 entrevistas cómo se vivió internamente el deterioro del presidente

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El presidente Joe Biden, durante su discurso a la nación en el que explicó la decisión de no presentarse a la reelección, el 24 de julio en el despacho oval.

EVAN VUCCI / AFP

El 27 de junio del 2024, quedó más claro que nunca para el pueblo estadounidense que la carrera presidencial de Joe Biden no auguraba un buen futuro. Aunque el deterioro cognitivo del mandatario había ocupado portadas durante todo el año, su pobre actuación en el debate en CNN contra Donald Trump, con una voz desgastada y un discurso vacilante y confuso, supuso la sentencia definitiva para su ambición electoral. Pero el presidente tardó casi un mes en anunciar su retirada, el 21 de julio, una semana después del intento de asesinato de Trump durante un mitin en Butler (Pensilvania), que disparó su apoyo popular.

En un nuevo libro publicado este martes, Original Sin, los periodistas Jake Tapper y Alex Thompson, de CNN y Axios, relatan cómo los demócratas fueron conscientes de que el declive de Biden imposibilitaba su reelección, pero no alzaron la voz durante meses. “Lo que el mundo vio en su único debate del 2024 no fue una anomalía. No era un resfriado, no era alguien que estuviera mal preparado o demasiado preparado. No era alguien que estuviera un poco cansado. Era el resultado natural de un hombre de 81 años cuyas capacidades habían ido disminuyendo durante años. Biden, su familia y su equipo dejaron que sus intereses personales y el miedo a otro mandato de Trump justificaran el intento de mantener a un anciano, a veces confuso, en el despacho oval durante cuatro años más”, señalan en su demoledora publicación.

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El libro, lanzado dos días después de que la oficina del expresidente anunciara al mundo que Biden padece un cáncer de próstata agresivo con metástasis en los huesos, revela nuevos detalles de lo que los autores definen como un “encubrimiento” de su declive y su “desastrosa decisión de presentarse de nuevo”. Para su documentación, los periodistas realizaron más de 200 entrevistas en el entorno demócrata, la mayoría después de las elecciones del 5 de noviembre.

La semana pasada, la revista The New Yorker publicó un extracto del libro que captó la atención de toda la prensa americana. En él, se relata el episodio ocurrido el 15 de junio del año pasado, cuando Biden acudió a un acto de recaudación de fondos organizado por el productor Jeffrey Katzenberg y el actor George Clooney. En el momento de saludar a Clooney, durante el besamanos previo al evento, el presidente no reconoció al actor, a pesar de que lo conocía personalmente desde hacía años y es un personaje mundialmente reconocido. Un ayudante tuvo que recordarle de quién se trataba, a lo que Biden respondió: “¡Oh, sí! Gracias por venir”.

Aunque Clooney no desveló la anécdota, a partir de ese momento pidió públicamente a otro candidato, entre otros, en un artículo publicado el 10 de julio en The New York Times titulado 'Quiero a Joe Biden, pero necesitamos un nuevo candidato'.

Además de sus lapsus en público, en privado Biden no reconoció repetidamente a algunos de sus principales asesores

El libro, publicado ya al completo, está plagado de escenas similares de los dos últimos años del mandato de Biden, cuando su declive fue más pronunciado y evidente. Capítulo tras capítulo, se narran momentos en los que el presidente no recordó los nombres de sus asesores, o en los que sus palabras eran incoherentes y perdía el hilo de sus pensamientos, y se explica cómo cada vez se limitó más su agenda, apartándolo del ojo público para ocultar el alcance de su deterioro. En esos dos últimos años, sus lapsus, que fueron una constante durante toda su trayectoria política, incluida la juventud, se intensificaron y se volvieron habituales en sus declaraciones públicas.

Pero algunas de sus intervenciones eran inevitables, como la clausura de la cumbre de la OTAN en Washington, el 12 de julio. Ese día, presentó a media tarde al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, con el nombre del mandatario que ordenó la invasión de su país, “Vladimir Putin”, y, en una rueda de prensa horas después, confundió a su vicepresidenta, Kamala Harris, por el “vicepresidente Trump”. Fue uno de los últimos ejemplos de la sucesión de lapsus que embarró la recta final de su campaña y que demostró a los estadounidenses que no estaba capacitado para servir cuatro años más.

Según Tapper y Thompson, la preocupación del entorno de Biden sobre su salud se remonta al 2020, el año en el que ganó las elecciones frente a Trump, pero su estado físico y mental empeoró a un ritmo más acelerado a partir del 2023. En distintos episodios narrados en el libro, el presidente no recordó los nombres de cargos tan importantes como su consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, su directora de comunicaciones, Kate Bedingfield, o el presidente del Comité Nacional Demócrata, Jamie Harrison.

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Los autores aseguran que algunos miembros de su gabinete no confiaban en su capacidad de responder a una emergencia nacional a altas horas de la madrugada, pero decidieron no alzar la voz para no perjudicar sus opciones de reelección. Con el paso del tiempo, fueron normalizando este deterioro y, según cuenta un asesor anónimo a los periodistas, “con algunas cosas que habrían sido consideradas un desastre en el 2023, en el 2024 ya decíamos: 'Bueno, ya superamos eso'”.

La ocultación del deterioro de Biden fue impulsada por su círculo más cercano, en lo que algunas fuentes han denominado su “Politburó”, en referencia al máximo órgano ejecutivo de varios partidos comunistas. Entre ellos, se encontraba su mujer Jill, su hijo Hunter y sus principales asesores, Mike Donilon, Steve Ricchetti o Bruce Reed.

El demoledor libro y el estado de salud de Biden seguirán dando que hablar en las próximas semanas. Tanto Trump como su vicepresidente, J.D. Vance, reaccionaron a la noticia sobre su cáncer de próstata deseándole una pronta recuperación, pero añadieron en sus comentarios dudas sobre su acción como presidente.

“Realmente, debemos ser honestos sobre si el expresidente era capaz de hacer su trabajo”, dijo Vance el lunes. El presidente Trump sugirió horas después que Biden sabía desde hacía tiempo que tenía cáncer, pero lo escondió al público. “Me sorprende que no se informara hace mucho tiempo, porque llegar a la fase 9 (de la escala de Gleason) lleva mucho tiempo”, dijo Trump, e insinuó que el doctor que le hizo su último reconocimiento médico mintió: “Creo que, si lo analizas, es el mismo médico que dijo que Joe estaba bien cognitivamente”.

Un portavoz de Biden ha reaccionado a la publicación del libro en una declaración enviada a la CNN: “Seguimos esperando cualquier cosa que demuestre que Joe Biden tuvo que tomar una decisión presidencial, que la seguridad nacional se vio amenazada o que fue incapaz de hacer su trabajo. De hecho, las pruebas apuntan a lo contrario: fue un presidente muy eficaz”.

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