La infiltración en Francia de los Hermanos Musulmanes fue objeto ayer de una reunión del consejo de defensa, presidida por Emmanuel Macron y con presencia del jefe del Gobierno, François Bayrou, y de varios de los principales ministros. La alarma sobre la ofensiva proselitista del movimiento islamista se desató a raíz de un informe de 73 páginas, redactado por un prefecto y un embajador, en el que se advierte de “la amenaza para la cohesión nacional”.
Ante “la gravedad de los hechos”, Macron ordenó al Ejecutivo que prepare medidas para ser anunciadas en las próximas semanas, después de que el consejo de defensa –una instancia que analiza crisis como la de Ucrania u otras grandes cuestiones militares y geopolíticas– valide las propuestas. En una intervención en el Senado, el ministro del Interior, Bruno Retailleau adelantó varias líneas de actuación para reforzar la respuesta jurídica y administrativa del Estado ante el desafío de los islamistas radicales, un mayor control de sus canales de financiación y un plan de “sensibilización” sobre el fenómeno, dirigido especialmente a alcaldes y concejales. El exprimer ministro macronista Gabriel Attal quiere prohibir el velo en la calle a las niñas y adolescentes menores de 15 años.
El informe, cuyo contenido fue filtrado por el diario Le Figaro y otros medios, pone énfasis en la labor discreta pero muy efectiva, a largo plazo, de los Hermanos Musulmanes para extender sus tentáculos en Francia desde actividades de de base, a nivel municipal, en escuelas y asociaciones de todo tipo. El documento identificó 139 lugares de culto controlados por el movimiento islamista, además de otros 68 considerados próximos a su ideología y otras casi 300 asociaciones. desde caritativas a deportivas.
El líder de La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical), Jean-Luc Mélenchon, fue muy crítico con Macron y el Gobierno, y dijo que celebrar un consejo de defensa sobre la cuestión superaba “otro umbral de islamofobia”. Es sabido que LFI cultiva con mimo los suburbios con fuerte implantación musulmana, donde dispone de una gran reserva de votos. Por ello suele recibir feroces críticas de sus rivales políticos.
La Federación de Musulmanes de Francia, que el informe considera la rama oficiosa francesa de los Hermanos Musulmanes, denunció “acusaciones infundadas” y “amalgamas peligrosas”, además de negar cualquier vínculo con intereses extranjeros.
La Cofradía de los Hermanos Musulmanes, fundada en 1928, está prohibida en Egipto, Arabia Saudí y, hace poco, también en Jordania. Durante años esta organización fue apoyada por Qatar, aunque eso no impidió que Francia realizara negocios con el rico emirato, un gran inversor que también es propietario del Paris Saint-Germain (PSG), el club de fútbol que domina de manera apabullante el campeonato francés.
