Karol Nawrocki, neófito en política, reclutado como independiente por el partido ultranacionalista Ley y Justicia (PiS) para asegurarse la presidencia de Polonia en los comicios, se convertirá en jefe del Estado a sus 42 años. Nawrocki tomará el testigo del presidente saliente, Andrzej Duda, también originario del PiS, para mantener los valores ultraconservadores y nacionalistas bajo el lema “Polonia primero, los polacos primero” y perpetuar la tensión con Bruselas.
Nawrocki derrotó el domingo por la mínima (50,89%) a su contrincante Rafal Trzaskowski, alcalde de Varsovia y candidato de Plataforma Cívica (PO), el partido del primer ministro, el europeísta y liberal Donald Tusk. El derrotado Trzaskowski obtuvo el 49,11% de los votos. La misión de este historiador, que en su juventud fue boxeador semiprofesional, está clara en términos políticos: continuar socavando las leyes y reformas de Tusk, como ha hecho Andrzej Duda desde que el líder liberal regresó al poder en diciembre del 2023.
Entre los planes bloqueados figuran las reformas judiciales, la liberalización de la restrictiva ley del aborto polaca, y la introducción de las uniones civiles para parejas del mismo sexo. En Polonia, el presidente desempeña un papel protocolario en la gobernanza diaria y la representación exterior, pero está dotado de cierto poder de veto que puede resultar crucial, sobre todo en épocas de cohabitación, cuando el primer ministro es de otro partido.

Simpatizandes de Karol Nawrocki el 29 de mayo en Katowice, con una pancarta con una foto de su encuentro con Trump en la Casa Blanca
Admirador de Donald Trump, se reunió con él en la Casa Blanca poco antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 18 de mayo y aseguró que el presidente de Estados Unidos le dijo: “Vas a ganar”. La Casa Blanca publicó una fotografía de ambos en un respaldo explícito a su candidatura.
Si bien Karol Nawrocki promete mantener el apoyo polaco a Ucrania en su guerra contra el invasor ruso, rechaza el ingreso de ese país en la OTAN y critica la ayuda que se presta a los refugiados ucranianos en Polonia. Su victoria fortalece al partido Ley y Justicia, que gobernó durante ocho años (del 2015 al 2023), en su objetivo de reconquistar el poder en las próximas elecciones generales.
Respaldado por el partido Ley y Justicia (PiS)
Karol Nawrocki está llamado a mantener los valores ultraconservadores y ultranacionalistas bajo el lema “Polonia primero, los polacos primero” y para perpetuar la tensión con Bruselas
Karol Nawrocki, nacido en 1983 en la ciudad portuaria de Gdansk, presume de sus orígenes humildes y en campaña aseguró que tener que compaginar sus estudios universitarios con empleos temporales y con el boxeo le ha enseñado a ser realista y comprender mejor a la ciudadanía de a pie.
Antes de su candidatura presidencial, era conocido por su labor en instituciones de memoria histórica. Del 2017 al 2021 fue director del Museo de la Segunda Guerra Mundial de Gdansk, y luego presidió el Instituto de la Memoria Nacional (IPN), donde alcanzó cierto renombre al impulsar la retirada de monumentos al Ejército Rojo soviético en el marco de una ‘ley de desrusificación’ de los espacios públicos.
El programa de Karol Nawrocki incluye propuestas económicas como la reducción de impuestos para las familias numerosas, la oposición a adoptar el euro –que en realidad nadie relevante plantea hacer-, y un escepticismo muy explícito ante políticas de la Unión Europea como el pacto verde y el pacto migratorio, además de abogar por una relación más estrecha con Estados Unidos, relación que en todo caso siempre ha sido muy estrecha.
Nawrocki ha protagonizado escándalos, como cuando en campaña se desveló que había comprado una vivienda a un anciano a cambio de cuidados y ayuda, que vive ya en un hogar de asistencia social. En otro orden de cosas, también en campaña se supo que había publicado un libro bajo pseudónimo en el que relata la vida de un conocido mafioso.