El líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el congresista Hakeem Jeffries, se ha pasado 8 horas y 44 minutos hablando desde su atril en el Congreso en protesta contra los profundos recortes sociales que incluye el megaproyecto de ley de Donald Trump. Ha batido así el récord anterior, establecido en el 2021 por el republicano Kevin McCarthy, quien fue presidente de la Cámara de Representantes. Aquél discurso buscó postergar un proyecto de ley demócrata destinado a fortalecer la red de seguridad social y combatir el cambio climático.
Con su interminable intervención, Jeffries ha buscado retrasar la aprobación de la medida estrella de Trump, su rebaja fiscal y ley de gasto, pero también dar voz a los afectados por esta iniciativa legislativa, incluidos los 12 millones de personas que se calcula que perderán su seguro médico de salud cuando el presidente firme el proyecto y lo convierta en ley.
El demócrata ha descrito la larga sesión en la Cámara de Representantes como una “escena del crimen”, porque los recortes incluidos en la ley republicana “atentan contra la salud, la seguridad y el bienestar del pueblo estadounidense”. Y durante casi nueve horas ha tenido tiempo para explicar su oposición al proyecto de ley, de casi 900 páginas, para leer las historias personales de sus votantes, que le iban llegando a medida que llegaba, y para citar en repetidas ocasiones la Constitución de Estados Unidos, a Rosa Parks, Martin Luther King Jr. y otras figuras destacadas en la lucha por los derechos humanos.
“Señor presidente, les está arrebatando la atención médica a millones de estadounidenses”, ha dicho al comienzo del discurso, aludiendo al presidente de la cámara, el republicano Mike Johnson. “Les está arrebatando la comida a niños, veteranos y personas mayores. Está aumentando el costo de los servicios públicos y de la energía. Está eliminando millones de empleos en todo Estados Unidos. ¿Y para qué se hace todo esto? Para dar enormes exenciones fiscales a los multimillonarios de todo el país. Somos mejores que eso”, ha destacado Jeffries.
“Los republicanos están intentando encajarle este proyecto de ley grande y feo al pueblo estadounidense a la fuerza”, ha asegurado Jeffries, en referencia al bautizado por Trump como “gran y hermoso proyecto de ley”, que se ha encontrado una fuerte resistencia en ambas cámaras legislativas, tanto porque la rebaja fiscal añadirá 3,3 billones de dólares al déficit en una década como por sus recortes de 1,1 billones en programas sociales como el Medicaid y los cupones alimentarios para los más necesitados.
Para hablar durante un tiempo tan prolongado, Jeffries ha utilizado el llamado “minuto mágico”, que suele ser una intervención breve del líder de la oposición en el que exponer sus críticas a la iniciativa legislativa en cuestión. Este minuto, a diferencia de otros momentos formales, da tiempo ilimitado al ponente, que en este caso se ha alargado casi nueve horas.
Durante la mayor parte del tiempo, el hemiciclo ha estado vacío, pues los republicanos, que ya habían estado en sesión durante la noche para lograr llevar a votación la medida, no han querido escucharlo. Sin embargo, a Jeffries, que hablaba con largas pausas y dando tragos a un café, sí le han acompañado sus colegas de partido, que le iban animando a medida que decaía su energía.
Después de su largo discurso, le ha tocado el turno al líder de los republicanos, el speaker Mike Johnson, antes de dar paso a la votación de la ley. “Se tarda mucho más en construir una mentira que en decir la simple verdad”, le ha respondido, tratando de invalidar la maratoniana intervención. Los congresistas se disponen ahora a votar la iniciativa legislativa, para la que Johnson asegura tener los votos necesarios para que Trump pueda firmarla mañana, día de la Independencia, y convertirla finalmente en ley.