Las alianzas entre países para atajar la inmigración irregular a Europa avanzan. “Solo podremos resolver a largo plazo la migración irregular en la UE conjuntamente, y por eso también estamos haciendo campaña en Europa para que tomemos decisiones conjuntas”, dijo este viernes el canciller de Alemania, el democristiano Friedrich Merz, este viernes en Berlín en la tradicional rueda de prensa de verano del jefe del Gobierno, para él la primera en calidad de tal.
Precisamente su ministro del Interior, el socialcristiano Alexander Dobrindt, celebró este viernes un encuentro en la cima bávara de Zugspitze –la montaña más alta de Alemania– con sus homólogos de Austria, Dinamarca, Francia, Polonia y República Checa, además del comisario europeo de Interior, Magnus Brunner, y acordaron impulsar una política migratoria europea más estricta en materia de deportaciones.
En cuanto fue investido canciller el pasado 6 de mayo, Merz redobló los controles policiales en las fronteras, ampliando los ya instaurados en octubre del 2023 por el Gobierno anterior del socialdemócrata Olaf Scholz. Como respuesta, el primer ministro de Polonia, el liberal Donald Tusk, restableció el 7 de julio controles temporales en el confín oeste del país.
Fronteras y deportaciones
Los ministros del Interior de Alemania, Dinamarca, Austria, Francia, Polonia y República Checa defienden una línea común
“Lo que estamos haciendo actualmente en Alemania solo funcionará durante un tiempo limitado, lo sabemos –dijo Merz de los controles-. Pero tenemos que hacerlo mientras no haya una mejor protección de las fronteras exteriores en Europa”. También afirmó que Alemania está dispuesta a contribuir a esa tarea porque, admitió, no se puede dejar el asunto “solo en manos de los países directamente afectados; es un problema de todos”.
El canciller Merz se felicitó por la deportación este viernes en un vuelo de Leipzig a Kabul de 81 afganos, todos hombres, que habían delinquido o tenían el asilo denegado. Esta es la segunda vez que Alemania devuelve a afganos a su país desde el regreso al poder de los talibanes en agosto del 2021. La primera deportación se produjo en agosto del 2024, cuando el anterior Gobierno de Scholz expulsó a 28 afganos.