Una semana después de anunciar un arancel del 50% contra Brasil como castigo por condenar al expresidente Jair Bolsonaro, la Administración Trump ya hace uso de métodos más sutiles para apoyar a sus aliados en América Latina.
El último ha sido colocar a Susana Cordeiro Guerra, exfuncionaria de Bolsonaro, en la vicepresidencia del Banco Mundial. Será quien decidirá la asignación de miles de millones de dólares en préstamos a los países latinoamericanos.
Susana Cordeiro es la esposa de Eldrige Colby, halcón de Trump y número dos del Pentágono
Cordeiro, de 43 años, nacida en Río de Janeiro, licenciada en Harvard y doctorada en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, ocupó un puesto clave en el gobierno de Bolsonaro entre el 2018 y el 2020. Es estrecha aliada del exministro de Hacienda Paulo Guedes, un ultraconservador y financiero multimillonario. Cordeiro es hoy asesora técnica en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Por impresionante que sea su currículum académico, fuentes en Brasilia y Washington afirman que la cualificación clave de Cordeiro Guerra para ser la número dos del indio Ajay Banga en la presidencia del poderoso banco multilateral, es otra.
Es la esposa de Eldridge Colby, halcón de política exterior de Trump y número dos del Pentágono, partidario de la máxima presión contra China.

Imagen de archivo del presidente de EEUU, Donald Trump, recibiendo al entonces presidente de Brasil, Jair Bolsonaro
“La pareja es un importante eslabón entre el trumpismo y el bolsonarismo”, resumió el diario Estado de São Paulo . Por si eso fuera poco, Cordeiro es tan amiga de Ivanka, hija de Trump, y de su marido Jared Kushner, que es madrina de su hija.
Cordeiro llegó a al BID de la mano de Mauricio Claver-Carone, un lobbista ultraconservador de Miami que fue presidente del mismo BID gracias a Trump. Hoy es la mano derecha del secretario de Estado, Marco Rubio.
Claver-Carone fue cesado en 2022 tras verse implicado en un escándalo de tráfico de influencias por haber duplicado el salario de su pareja, funcionaria del banco.
Colby, sin embargo, es la figura clave en su promoción, según coinciden las fuentes en Brasilia y Washington. Autor del libro Estrategia de negación , sobre el supuesto peligro chino para la hegemonía estadounidense, es un aislacionista, contrario a la implicación estadounidense en Ucrania y Medio Oriente. Sin embargo, defiende políticas activas para frenar la presencia china en América Latina. “Es imposible que un Estado ajeno al hemisferio sea hegemónico en América Latina”, escribe en su libro.
En sintonía con su marido, Cordeiro “va a ser una operadora de Trump en el Banco Mundial, al servicio de la presión máxima contra la presencia china en Panamá, en Brasil, donde sea”, dijo un analista de un instituto de investigación próximo al Gobierno de Lula en Brasilia.
“En proyectos de infraestructura con financiación del Banco Mundial donde participen empresas chinas, las cosas van a ser mucho más difíciles. Colby no tiene problemas con Rusia, pero con China, todos”, añadió.

Eduardo Bolsonaro, hijo de Jair Bolsonaro en la Casa Blanca
“El nombramiento de Susana Cordeiro Guerra probablemente señala la última iniciativa estadounidense para limitar la influencia de la República Popular China en los foros multilaterales” dijo Henry Ziemer, analista latinoamericano del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), próximo a las ideas de Colby.
Aliado fiel de Trump durante sus años fuera de la Casa Blanca, el bolsonarismo ha aumentado su influencia en Washington. Eduardo Bolsonaro, el más ideológico de los hijos del expresidente brasileño, se instaló en Miami a principios de año, y hace presión en el Capitolio en contra del presidente del Tribunal Supremo brasileño, Alexandre de Moraes, quien encabeza la investigación contra Bolsonaro por su papel en el intento de golpe contra el presidente Lula en el 2023. Esta presión resultó en el anuncio de un arancel del 50%, justificado –según Trump– por la supuesta persecución judicial a Bolsonaro. Así mismo, la Administración estadounidense acaba de anunciar que denegará la entrada de De Moraes en EE.UU.
Nacida en una familia rica de Río de Janeiro en 1980, Cordeiro Guerra ha pasado la mayor parte de su vida en EE.UU. Su paso por Brasilia coincidió con la pandemia y con recortes draconianos al gasto. En el 2021, Guedes negoció con Claver-Carone su entrada en el BID. “Tuvo conflictos con funcionarios y en el BID fue acusada de acoso moral”, dijo una fuente en Brasilia.
Al caer Claver-Carone, Cordeiro fue rebajada en la jerarquía del BID por el actual presidente, también brasileño, Ilan Goldfajn. Ahora, con el beneplácito de Ajay Banga, llega a la vicepresidencia de un banco multilateral con 13.000 empleados y una cartera de créditos superior a 100.000 millones de dólares
El Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva no ha aprobado el nombramiento de Cordeiro Guerra en el Banco Mundial, según fuentes en Brasilia, pero la presión de EE.UU. ha sido decisiva. Trump había amenazado con dejar de financiar al banco. Todo indica que ha decidido convertirlo en un vehículo de su propia política exterior. “La amenaza con retirar la financiación ha servido para forzar a Ajay Banga a dar luz verde a Cordeiro”, dijo el analista en Brasilia.
El próximo blanco de la estrategia puede ser el BID, dice Ziemen. “Estados Unidos posee alrededor del 30% de las acciones. Debería tener una autoridad significativa para limitar la influencia de China. Incluso podría amenazar con retirarse del banco.”