Trump anuncia una nueva retirada de la Unesco por antiisraelí y globalista

Segundo mandato

El gobierno de Donald Trump ha emitido un comunicado anunciando la salida, como hizo en su primer mandato, ya que sus políticas internacionalistas se oponen a sus intereses nacionales del América primero 

La directora general de la institución, Audrey Azoulay, lamenta la decisión pero subraya que la organización está mucho más preparada financieramente que en la anterior ocasión y que EE.UU. solo aporta el 8%

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El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, mientras comparece ante los medios. 2025

Jonathan Ernst / Reuters

Estados Unidos volvió este martes a anunciar su retirada de la UNESCO, la organización cultural con sede en París de la Organización de Naciones Unidas (ONU) a la que el gobierno de Donald Trump ha puesto en su punto de mira. Este es un nuevo paso para que su administración corte relaciones con la institución multilateral en su afán por imponer su propio orden mundial.

El Departamento de Estado informó que este movimiento será efectivo al final del próximo año y no deja de ser más que el reflejo de la desconfianza y la repulsión de Trump por el multilateralismo y las organizaciones internacionales, sobre todo las conectadas con la ONU.

Tammy Bruce, portavoz del departamento de la diplomacia estadounidense, subrayó el carácter contra Israel de la Unesco (algo ya dicho en la anterior retirada, en 2017), pero esta vez añadió que el reconocimiento del “Estado de Palestina como estado miembro es altamente problemático, contrario a la política de EE.UU. y contribuye a la retórica antiisraelí dentro de la organización”. Este es un momento de guerra entre Israel y Hamas por la franja de Gaza y Washington ya se retiró de financiación de la UNWRA, la agencia que ayuda a la supervivencia de los palestinos, por apoyar el argumento israelí de que está llena de terroristas.

El resto del comunicado incidió en los temas que el líder republicano tiene estigmatizados. Bruce insistió que la decisión responde a lo que calificó como una agenda de la UNESCO orientada a “promover causas sociales y culturales divisivas”, así como al “mantenimiento de un enfoque descomunal en los objetivos del desarrollo sostenible, una agenda globalista e ideológica par el desarrollo internacional que está en desacuerdo con nuestra política exterior de América primero”.

La Unesco lamenta la salida de EE.UU, pero afirman haberse preparado para ello

La salida no tomó por sorpresa a los funcionarios de la UNESCO, que ya preveían este desenlace tras una revisión específica solicitada por la administración Trump a principios de este año. También se anticipaba que, de regresar Trump al poder, revertiría la reincorporación impulsada por su rival político, el expresidente Biden, en 2023.

Aunque la salida estadounidense tendrá impacto, se estima que la UNESCO podrá manejar la situación. En los últimos años, la organización ha diversificado sus fuentes de financiamiento, y la contribución estadounidense representa actualmente solo el 8% de su presupuesto total, frente al 40% su significa para otras entidades de la ONU, señaló Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO.

“Lamentamos profundamente la decisión del presidente Donald Trump, una decisión que contradice los principios fundamentales del multilateralismo y que, sobre todo, afectara en especial a nuestros asociados en Estados Unidos””, respondió Azoulay en un comunicado. “Pese a ser lamentable, nos hemos preparado para esta situación”, recalcó.  

“Hoy la organización está mejor preparada en término financieros con un largo apoyo de los estados miembros y de los contribuyentes privados, cuyas contribuciones se han doblado desde el 2018”, apuntó. Y recordó que EE.UU. se va con el mismo argumento que en el 207, pero “esto contradice la realidad de los esfuerzos de la UNESCO en los terrenos de la educación sobre el Holocausto y la lucha contra el antisemitismo”.

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Está claro que la media no viene de la nada, sino después de unas relaciones complejas de las sucesivas administraciones de EE.UU. Joe Biden regresó a la UNESCO tras la primera retirada ordenada por Trump, quien el pasado febrero, de vuelta a la Casa Blanca, firmó una orden ejecutiva para revisar la financiación estadounidense de la ONU, incluida la UNESCO. Entonces, el Departamento de Estado ya acusó al órgano cultural de Naciones Unida de “sesgo antiamericano”.

Ya en el 2011 Washington dejó de financiar a la UNESCO después del voto que dio entrada a Palestina como Estado miembro de pleno derecho. Eso se debió a que la legislación estadounidense requiere un corte total de la financiación a cualquier agencia de la ONU que acepte a Palestina en esos términos. La falta de dinero hizo que la institución perdiera casi una quinta parte de su presupuesto, lo que obligó a cortar programas, sobre todo de educación.

Fue en el 2017 cuando Trump escaló el conflicto al ordenar la salida por completo. El país permaneció como observador, hasta que Biden revertió esa situación en el 2023.

Anteriormente, en 1984, durante el gobierno de Ronald Reagan, Estados Unidos, miembro fundador de la UNESCO, también abandonó la organización, alegando mala gestión, corrupción y una supuesta alineación con los intereses de la entonces Unión Soviética. Washington volvió a integrarse en 2003, bajo la presidencia de George W. Bush.

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