El libanés Georges Abdallah, de 74 años, que llevaba más de media vida en prisión en Francia cumpliendo una sentencia por terrorismo, ha sido liberado en la madrugada de este viernes, como estaba previsto, y ha volado ya a Beirut, donde le han recibido con emoción su familiares y partidarios.
Abdallah, que fue condenado a cadena perpetua en 1987 por complicidad en los asesinatos de un diplomático estadounidense y otro israelí, había sido el jefe de un grupúsculo de cristianos libaneses marxistas y propalestinos, las Fracciones Armadas Revolucionarias Libanesas (FARL), próximas al Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP) de Georges Habache.
El preso abandonó la cárcel de Lannemezan, en el departamento de los Altos Pirineos, en medio de fuertes medidas de seguridad, para ser conducido a Tarbes y partir luego en avión hasta el aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle de París para tomar un vuelo con destino a Beirut.
El abogado del reo liberado, Jean-Louis Chalanset, declaró a la agencia AFP que “es a la vez una alegría para él, un choque emocional y una victoria política después de todo este tiempo”. “Debería de haber salido hace ya mucho tiempo”, añadió Chalanset.
El convoy policial en el que fue trasladado Abdallah la pasada madrugada
La liberación de Abdallah coincide con el polémico reconocimiento por Macron del Estado de Palestina
La secuencia de la liberación de Abdallah, solo pocas horas después de que el presidente Emmanuel Macron anunciara el reconocimiento, en septiembre, durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, del Estado de Palestina, contribuye al vivo debate interno en Francia. La decisión de Macron ha sido muy polémica y ahonda la fractura entre los partidos franceses, incluso los que participan en la actual coalición gubernamental, además de soliviantar a Israel y levantar mucha oposición entre la comunidad judía francesa, la más numerosa de Europa.
Partidarios de Abdallah en el aeropuerto de Beirut
En Francia se considera que la aceleración dada a una decisión que ya estaba tomada responde probablemente al estado de ánimo de la opinión pública por la acumulación de imágenes de la tragedia humanitaria en Gaza, sobre todo las fotos de niños famélicos. El uso del hambre como arma de guerra ha precipitado la acción de París.
La extrema derecha ha criticado a Macron por haber tomado una medida que, a su entender, supone un premio a Hamás. La izquierda la ha aplaudido, si bien considera que es insuficiente y debe de ir acompañada de sanciones contra Israel y el embargo de armas.
Georges Abdallah, a su llegada a Beirut
En la derecha gaullista, que participa en el Gobierno de François Bayrou, existe mucha incomodidad. “No comprendo esta decisión porque está en contradicción tota con lo que el mismo presidente dijo hace pocas semanas”, declaró el eurodiputado de Los Republicanos (LR), François-Xavier Bellamy, quien hizo hincapié en que el presidente francés “es hoy felicitado por Hamás, por quienes, con el 7 de octubre (los ataques terroristas a Israel) desencadenaron la espiral de violencia que está enlutando la región”.
Antes de la airada respuesta de Washington este viernes, se había pronunciado ya el nuevo embajador de Estados Unidos en París, Charles Kushner, consuegro de Donald Trump. En una entrevista publicada hoy mismo en Le Parisien, realizada antes del anuncio de Macron el jueves por la noche, Kushner advertía de que sería “un error recompensar a Hamás” y podría “hacer descarrilar las negociaciones en curso (para la liberación de los rehenes), que son extremadamente sensibles”. El embajador dijo querer convencer a Macron para no dar el paso, pero llegó tarde.
