Suhail ya no sale a grabar las calles de Gaza. La falta de comida le ha dejado sin energía. En sus redes sociales aún están publicados sus vídeos de críos jugando en la playa al atardecer, y que recuerdan una Franja que ya no existe. “Las caras de los niños de cinco o seis años están envejecidas, como si tuvieran 40”, explica a La Vanguardia por videoconferencia desde la ciudad de Gaza, centro del enclave.
Los constantes bombardeos y desplazamientos forzosos han dejado un gran número de huérfanos, quienes sufren especialmente la hambruna por la falta de ayuda humanitaria: “Corren detrás de los camiones, forman pandillas, roban harina, aceite… se pelean. Algunos llevan cuchillos y se matan entre ellos. Sí, se matan entre ellos”, confiesa Suhail.
La ofensiva militar de casi 22 meses de Israel contra Hamás ha destrozado la seguridad en el territorio de unos 2 millones de palestinos y ha hecho casi imposible entregar comida de forma segura a quienes mueren de hambre. Siete palestinos murieron por causas relacionadas con la desnutrición en las últimas 24 horas, informó el Ministerio de Salud el sábado.

Una niña palestina da un trago a un recipiente de sopa en ciudad de Gaza
Entre ellos se encontraba un niño, lo que eleva a 93 el total de muertes infantiles relacionadas con la desnutrición desde que comenzó la guerra. El ministerio dijo que desde finales de junio han muerto 76 adultos por causas relacionadas con la desnutrición, cuando empezaron a contar esas estadísticas.
La Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria en Fases (IPC, por sus siglas en inglés) indicó que Gaza ha estado al borde de la hambruna durante dos años, pero que los últimos acontecimientos han “empeorado dramáticamente” la situación, incluyendo “bloqueos cada vez más estrictos” por parte de Israel.
“Corren detrás de los camiones, roban harina, se pelean, algunos se matan entre ellos”
La situación se agravó desde que entró en escena la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, según sus siglas en inglés), la única organización que ha obtenido el permiso de Israel para operar dentro del enclave en estos últimos meses. Sus puntos de distribución, custodiados por hombres armados, se han convertido en verdaderas trampas humanas para los gazatíes que acuden en busca de ayuda. Del 27 de mayo al 31 de julio, 859 personas fueron asesinadas cerca de los sitios de GHF, según un informe de Naciones Unidas publicado el jueves.
Cientos más han muerto a lo largo de las rutas de los convoyes de alimentos. Por su parte, el organismo estadounidense afirma que sus contratistas armados solo han usado gas pimienta o disparado al aire para evitar estampidas. El ejército israelí también sostiene que solo ha realizado disparos al aire, aunque el viernes aseguró que trabaja para hacer más seguras las rutas bajo su control.
“Yo no me arriesgo a ir a los puntos de ayuda de GHF”, dice Suhail. “Allí vas a por alimentos y una bala puede alcanzarte en cualquier momento”, describe, aunque asegura que “la gente va porque está desesperada”. Según él, miles de palestinos caminan durante días para llegar a alguno de estos centros que se encuentran en zonas militarizadas y para las que se requiere permiso israelí para acceder.
Su familia, por el momento, resiste con sus ahorros de antes del asedio. “Los precios han subido muchísimo. Comemos cada día arroz y lentejas; si tenemos suerte, sopa”, explica. “Todos hemos cambiado a causa del hambre: tenemos la piel amarilla, problemas de memoria, mareos… lo único bueno es que mi padre ya no sufre diabetes”, bromea.

Avión del Ejército del Aire y del Espacio con ayuda humanitaria para Gaza.
Él mismo ha tenido que dejar de aceptar encargos como fotógrafo por falta de fuerzas. Ha perdido casi 20 kilos en los últimos meses. “Antes teníamos el Programa Mundial de Alimentos y la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo)”, asegura. “El sistema funcionaba muy bien, no había colas tan largas y casi todo el mundo podía acceder a los productos básicos”.
La ofensiva militar, que dura 22 meses, ha destrozado la seguridad en un territorio de 2 millones
Ante la presión internacional, Israel ha decidido abrir las puertas de Gaza a unos 100 camiones diarios de alimentos, que esperaban al otro lado de la frontera con Egipto. Sin embargo, las agencias internacionales alertan de que la cantidad de ayuda no es suficiente para paliar la situación de hambruna en la que se encuentra actualmente el enclave.
Además, varios países europeos anunciaron esta semana planes para unirse a la coalición liderada por Jordania que organiza el lanzamiento aéreo de paquetes, aunque la mayoría reconoce que esta estrategia sigue siendo profundamente insuficiente. “Si hay voluntad política para permitir lanzamientos –que son muy costosos, insuficientes e ineficientes– debería haber la misma voluntad política para abrir los pasos terrestres”, escribió Philippe Lazzarini, jefe de la agencia de la ONU para refugiados palestinos, en X el sábado. “Volvamos a lo que funciona y déjennos hacer nuestro trabajo.”
Israel bloquea 22.000 camiones de ayuda esperando entrar en Gaza
El Gobierno de Gaza ha asegurado que Israel bloquea la entrada a la Franja de 22.000 camiones de ayuda humanitaria acumulados en los pasos fronterizos. En un comunicado, el gobierno de Hamas indica que la mayoría de estos camiones pertenecen a organizaciones internacionales, multilaterales y diversas entidades, y que Israel “impide deliberadamente su entrada como parte de una política sistemática de ingeniería del hambre, el bloqueo y el caos”. Asimismo, según cifras del Ministerio de Sanidad del enclave, los ataques israelíes han provocado la muerte de 104 personas este sábado, 65 de ellas mientras iban a buscar comida.