El canciller alemán, Friedrich Merz, ha anunciado que su gobierno suspenderá hasta nuevo aviso las exportaciones a Israel de armamento que pudiera emplearse en la franja de Gaza, después de que el Ejecutivo de Benjamín Netanyahu aprobase el jueves un plan militar para ocupar todo el territorio palestino.
En un comunicado, Merz señala que el plan no permite saber cómo Israel pretende alcanzar los objetivos de desarmar a Hamas, lograr la liberación de los rehenes y emprender rápidamente negociaciones para un alto el fuego. “En estas circunstancias el Gobierno Federal no aprobará hasta nuevo aviso ninguna exportación de material militar que pudiera utilizarse en la Franja de Gaza”, destacó, en lo que se trata de una decisión sin precedentes para un Gobierno alemán.
El canciller insistió en que Israel tiene el derecho a defenderse contra el terrorismo de Hamas, pero expresó su “profunda preocupación” por el sufrimiento de la población civil en Gaza. “Con la ofensiva planificada, pesa sobre el Gobierno israelí una responsabilidad aún mayor que hasta ahora para abastecer (a los civiles)”, subrayó Merz, que no condenó explícitamente los planes para tomar el control de la ciudad.

El canciller alemán, Friedrich Merz, en una imagen de archivo
Merz añadió que Israel tiene que permitir un acceso integral a la ayuda humanitaria y también para las organizaciones que dependen de la ONU y otras instituciones no estatales, así como mejorar la situación humanitaria de manera duradera “después de haber dado los pasos en la dirección correcta en los últimos días”. El político germano instó también a Netanyahu a “no dar más pasos hacia una anexión de Cisjordania”, donde se ha producido en los últimos meses un salto en las acciones violentas de los colonos, alentados por los ministros de la ultraderecha.
La decisión aprobada la noche del jueves por el gabinete de seguridad israelí de iniciar la ocupación de todo el territorio de la Franja empezando por la ciudad de Gaza, que ya ha empezado a ser evacuada por orden del ejército, ha obtenido el rechazo de los gobiernos de algunos de sus países aliados, como también de políticos de la oposición israelí.
Keir Starmer, primer ministro británico, pidió al premier israelí que reconsiderara la decisión, que podría tener efectos terribles sobre la población de la Franja. El ministro de Exteriores de Dinamarca, Lars Lokke Rasmussen, pidió en una entrevista en la televisión estatal que Israel se eche atrás. El ministerio de Exteriores belga, por su parte, ha convocado a la embajadora de este país, Idit Rosenzweig-Abu, para que el Gobierno de Tel Aviv se replantee su decisión.
El Fondo Soberano de Noruega revisará sus inversiones en Israel por el empeoramiento de la situación en Gaza
China se mostró “sumamente inquieta” por la evolución de los acontecimientos y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que la ocupación de Gaza podía acabar en catástrofe.
En Noruega, el ministro de Finanzas, y antes secretario general de la OTAN, Jens Soltenberg, indicó que el próximo martes el Fondo Soberano de Noruega, que gestiona dos billones de dólares procedentes de la explotación de las reservas de hidrocarburos de este país, anunció que en la próxima semana revisará sus inversiones en Israel. “Estamos realizando una revisión urgente debido a las implicaciones éticas de la guerra en Gaza”, señaló.
Yair Lapid, líder de la oposición israelí, asegura que la nueva campaña traerá muchas más muertes
Dentro de Israel, el líder de la oposición, Yair Lapid, afirmó que la decisión del Gobierno de avanzar su ofensiva en el enclave palestino y ocupar Ciudad de Gaza, con un millón de habitantes, “es un desastre que conducirá a muchos más desastres”. Lapid afirma en su cuenta de X que la decisión del Ejecutivo israelí está “en completa contradicción con la opinión del ejército y de los funcionarios de seguridad” y que no tiene en cuenta “el desgaste y el agotamiento de las fuerzas combatientes”.
El político acusó además a los ministros de extrema derecha, Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich de arrastrar Netanyahu a “una prolongada campaña que solo traerá la muerte de los rehenes y de más soldados”.
El embajador de Estados Unidos en Jerusalén, Mike Huckabee, declaró a Reuters que algunos países ponen más esfuerzos en presionar a Israel que a Hamas. El vicepresidente de EE.UU., J.D. Vance, por su parte, reiteró que en ningún momento su país se ha planteado apoyar la solución de los dos estados. “No tiene ningún sentido hablar de Estado cuando hablamos de un ente sin instituciones ni estructura”.