Quienes ya sentían aprensión a zambullirse en el Sena, abierto al baño este verano en varias zonas acotadas después de un siglo de prohibición por razones higiénicas, tienen un motivo adicional para dudar. El descubrimiento de cuatro cadáveres en el río, antes de su paso por París, está siendo investigado bajo la sospecha de tratarse de un asesinato múltiple, quizás de trasfondo homófobo, aunque el caso está rodeado de misterio.
El hallazgo de cuerpos sin vida en el Sena es algo relativamente frecuente, pero encontrar cuatro de golpe, como ocurrió el 13 de agosto, causó impacto a la brigada fluvial de la policía que se ocupa de estas situaciones. Fue en Choisy-le-Roi, un municipio de 46.000 habitantes de la periferia sur de la capital francesa, en el departamento de Valle del Marne, no lejos del aeropuerto de Orly. La catedral de Notre Dame queda a 12 kilómetros. La frontera de París, a solo 7, río abajo.
El macabro hallazgo se produjo en un suburbio a pocos kilómetros de París, río arriba
Dio la alerta un pasajero del metro suburbano RER C, quien desde la ventana apercibió un cadáver flotando. Cuando los agentes se dirigieron al lugar, en el barrio de Gondoles, cerca de un puente, se dieron cuenta, al realizar una inspección más minuciosa, de que había otras tres personas muertas en el agua.
En un primer momento se pensó en una coincidencia, por formarse allí un recodo donde el agua se estanca, y no se sospechó de entrada en homicidios. Pero las autopsias concluyeron que al menos dos de las muertes fueron con violencia, una de ellas por estrangulamiento. Los otros dos cuerpos se hallan en un estado tal de descomposición que resulta muy difícil determinar la causa del fallecimiento. La víctima en apariencia más reciente fue identificada. Se trata de un hombre en la cuarentena y vecino de la cercana localidad de Créteil.
El principal sospechoso, detenido, es un hombre de 24 años y nacido en Orán (Argelia), aunque podría haber facilitado información falsa y ser tunecino. Es un inmigrante irregular que trabaja en los mercados y en la construcción. El arresto de produjo en un centro de retención administrativa para los simpapeles.
El área del río en la que aparecieron los cadáveres es frecuentada por personas sin hogar, cuya presencia aumentó en Choisy-sur Roi y otros suburbios parisinos porque fueron expulsados de la capital para adecentarla antes de los Juegos Olímpicos del verano pasado. Hay mucha suciedad y precarios habitáculos de fortuna en estructuras semiabandonadas. Por la noche es un lugar de encuentro de homosexuales en busca de relaciones fugaces.
Esta última circunstancia –y el hecho de que la única víctima identificada fuera gay– plantea la hipótesis de un posible múltiple crimen de motivación homófobo, De hecho, la terminología usada por la investigación lleva a pensar que no debieron ser homicidios simultáneos sino que hubo una secuencia de acciones criminales separadas por el tiempo. ¿Un asesino en serie? Podría ser. La fiscalía de Créteil decidió ayer prolongar para los dos detenidos el periodo legal de detención para los interrogatorios.
El macabro descubrimiento no tuvo una repercusión mediática rápida, aunque a medida que pasan los días, y desde que hay sospechosos detenidos, todos los grandes periódicos y los telediarios de las grandes cadenas siguen la noticia. Quizás hubo cierto pudor al principio, sobre todo porque una de las grandes novedades del estío parisino ha sido la apertura de establecimientos de baño gratuitos en el Sena, un proyecto muy ambicionado por la alcaldesa Anne Hidalgo desde hace años y en el que se llevan gastados 1.400 millones de euros para filtrar los vertidos, sobre todo cuando se producen fuertes lluvias, y mejorar la calidad del agua para que nadar no entrañe peligro para la salud. Saber que puede haber cadáveres en descomposición durante días no es algo agradable para los bañistas.
Todas las ciudades con grandes ríos, como Londres con el Támesis o Roma con el Tíber, han vivido episodios criminales ligados sus cursos fluviales. Lanzar un cadáver al agua es la manera más rápida de deshacerse de él. En París aún no está del todo aclarado lo que sucedió en una manifestación de independentistas argelinos, en octubre de 1961. Se sabe que hubo muertos y la policía los arrojó al río. Como homenaje, la delegación olímpica argelina lanzó flores al Sena durante el desfile de apertura de los Juegos, en julio del año pasado.