La policía argentina allanó el martes una villa en un tranquilo balneario como parte de la búsqueda de un retrato italiano del siglo XVII que se cree fue saqueado hace 80 años a un coleccionista judío por un oficial nazi fugitivo que se estableció en Argentina tras la Segunda Guerra Mundial. La investigación reabre un capítulo sombrío de la historia de esta nación sudamericana, que acogió a decenas de nazis que huyeron de Europa para evitar ser procesados por crímenes de guerra después de la contienda, incluidos altos cargos del partido y notorios arquitectos del Holocausto como Adolf Eichmann.
Bajo el gobierno del general argentino Juan Perón, cuyo primer mandato duró de 1946 hasta su derrocamiento en 1955, los fascistas alemanes fugitivos trajeron consigo desde el otro lado del mundo bienes judíos saqueados, entre ellos oro, depósitos bancarios, pinturas, esculturas y mobiliario. El destino de esos objetos sigue siendo noticia décadas después, mientras el doloroso proceso de restitución se prolonga en Argentina y más allá.
En este caso, la pintura perdida que buscan las autoridades argentinas es Retrato de una dama, una obra del artista barroco italiano Giuseppe Vittore Ghislandi. Periodistas del diario holandés Algemeen Dagblad descubrieron el lunes lo que parecía ser la célebre pintura en un anuncio inmobiliario de una casa que se cree pertenece a descendientes del nazi fugitivo Friedrich Kadgien, mientras investigaban obras de arte robadas en los Países Bajos.
La obra pertenecía al marchante de arte judío Jacques Goudstikker antes de que los nazis se hicieran con su galería
Citando a expertos en arte neerlandeses, el periódico con sede en Róterdam informó de que el original Retrato de una dama parecía colgar sobre un sofá de terciopelo verde en el salón de un chalet rústico de ladrillo en venta en la ciudad costera argentina de Mar del Plata. La agencia inmobiliaria Robles Casas & Campos no respondió a la solicitud de comentarios. El anuncio de la casa seguía activo el martes por la noche, pero la imagen del cuadro, vista inicialmente en un tour virtual en 3D del interior de la vivienda, parecía haber sido retirada. Al día siguiente, las autoridades argentinas allanaron la casa.
Retrato del nazi fugado Friedrich Kadgien.
El fiscal federal Carlos Martínez dijo a The Associated Press que el cuadro no se encontró en la vivienda, pero los agentes incautaron “otros objetos que podrían ser útiles para la investigación, como armas, algunos grabados, estampas y reproducciones de época”. Señaló que los investigadores analizan posibles cargos por encubrimiento y contrabando.
El cuadro se halló en un domicilio que se cree pertenece a descendientes del nazi fugitivo Friedrich Kadgien
La base de datos oficial neerlandesa de arte desaparecido en la Segunda Guerra Mundial, mantenida por la Agencia del Patrimonio Cultural de los Países Bajos, identifica el óleo sobre lienzo Retrato de una dama como propiedad del marchante de arte judío Jacques Goudstikker antes de que los nazis se hicieran con su destacada galería de Ámsterdam durante la invasión alemana de los Países Bajos en mayo de 1940.
Mediante saqueos directos o ventas coercitivas, agentes que actuaban en nombre de los nazis se llevaron incontables obras de arte de marchantes judeo-holandeses. El inventario de Goudstikker fue vendido ilegalmente a Hermann Goering, conocido como la mano derecha de Adolf Hitler. La única heredera superviviente de Goudstikker, Marei von Saher, ha perseguido durante décadas la restitución de las obras robadas a su suegro. En un caso histórico en 2006, el gobierno neerlandés accedió a devolver 202 pinturas saqueadas de la colección Goudstikker a von Saher tras una prolongada batalla legal. Von Saher no respondió de inmediato a la solicitud de comentarios a través de sus abogados.
El archivo holandés indica que Retrato de una dama pasó a manos de un hombre llamado Kadgien, de Berlín. Una búsqueda en los Archivos Federales de Alemania registra la existencia de un solo miembro del partido nazi con ese apellido: Friedrich Gustav Kadgien, número de afiliación 1.354.543, que supervisaba divisas, metales preciosos y la venta de bienes confiscados como asistente financiero de Goering.
Tras la derrota alemana, Kadgien huyó a Suiza y luego a Argentina, según un informe desclasificado de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Miembros de la familia Kadgien y sus negocios aparecen repetidamente en registros judiciales e inmobiliarios argentinos desde la década de 1950. Kadgien nunca fue acusado de crímenes relacionados con el régimen nazi durante sus décadas en Argentina. Murió en 1978 en Buenos Aires, según informaron medios locales.

