Israel bombardeó el jueves posiciones de los hutíes en Saná, capital de Yemen, en el segundo ataque contra la ciudad en menos de una semana, según informó el ejército israelí.
Según testimonios recogidos por la agencia Reuters, los proyectiles alcanzaron una zona próxima al complejo presidencial y un edificio en el sur de la capital. De acuerdo con fuentes militares yemeníes, el complejo albergaba una sala de operaciones y un almacén de misiles empleados por los combatientes, respaldados por Irán.
Aunque el Ejército israelí habló de un único ataque, fuentes de seguridad aseguraron que el objetivo eran varios puntos donde se habían concentrado altos mandos hutíes para seguir por televisión un discurso grabado de su líder, Abdul Malik al Houthi. Desde el Ministerio de Defensa hutí, sin embargo, negaron que se hubiera dirigido contra responsables de la organización, según la agencia de noticias controlada por los rebeldes.
“El que levante la mano contra Israel, esa mano será cortada”, advirtió el ministro de Defensa israelí, Israel Katz. El domingo, Tel Aviv ya había reconocido un bombardeo sobre Saná en represalia por el lanzamiento de misiles hutíes hacia territorio israelí.
Los ataques se inscriben en más de un año de ofensivas y contraofensivas entre Israel y los hutíes en Yemen, en un escenario marcado por el desbordamiento de la guerra en Gaza. Nasruldeen Amer, alto cargo de los hutíes, aseguró que el movimiento, que controla a buena parte de la población yemení, mantendrá sus acciones “en solidaridad” con los palestinos.
Los hutíes, alineados con Irán, han atacado barcos en el mar Rojo bajo ese mismo pretexto y también han lanzado misiles contra Israel, en su mayoría interceptados. La respuesta israelí ha incluido bombardeos en zonas bajo control rebelde, entre ellas el estratégico puerto de Hodeidah