Noruega acude este lunes a unas reñidas elecciones generales en las que el primer ministro, el laborista Jonas Gahr Støre, políticamente exangüe hace solo unos meses, podría relanzarse y repetir en el cargo. El próspero reino escandinavo de 5,6 millones de habitantes, miembro de la Alianza Atlántica pero no de la Unión Europea (UE), con una economía orientada a la exportación y frontera con Rusia en el Ártico, observa con inquietud los vaivenes de Estados Unidos desde el regreso a la Casa Blanca de Donald Trump.
En este contexto, las credenciales de larga experiencia de Støre, de 65 años, y el fichaje en febrero del muy popular y respetado Jens Stoltenberg, exsecretario general de la OTAN, como ministro de Finanzas, apuntan a una posible victoria –ajustada, eso sí– del bloque de centroizquierda, según sostienen diversos analistas noruegos.
Durante meses las encuestas abocaban a una pugna entre el bloque gubernamental y el bloque de derechas en la oposición, pero el centroizquierda ha adquirido una ligera ventaja que le permitiría revalidar el triunfo del 2021.

Sylvi Listhaug, líder de la formación derechista Partido del Progreso, en un mitin electoral en Lillestrom el 6 de septiembre
Los últimos sondeos, difundidos por la cadena TV2 y el diario Aftenposten, dan como vencedor al bloque gubernamental con los laboristas como primera fuerza (27%), seguidos por el derechista populista Partido del Progreso, FRP (21%), que se declara enemigo de élites e inmigrantes, liderado por Sylvi Listhaug, de 47 años. A continuación figuran los conservadores (14%) de la exprimera ministra Erna Solberg, de 64 años.
Con todo, el resultado dependerá de cuántos partidos pequeños de ambos bloques logran el 4% de votos necesario para tener representación en el Storting, el Parlamento de 169 escaños. Los líderes de los principales partidos celebraron un debate televisado en la noche del domingo.
En campaña se ha hablado de coste de la vida, impuestos y servicios públicos; del futuro de la explotación petrolera y gasística en el principal exportador de crudo de Europa occidental; y del fondo soberano de inversión, cifrado en 1,7 billones de euros.
Aunque la cita oficial con las urnas es este lunes, en torno a un tercio de los municipios (118 de 357, entre ellos la capital, Oslo) abrieron ya el domingo sus colegios electorales. Además, la modalidad de voto anticipado se ha disparado: hay 1,71 millones de papeletas ya depositadas, casi la mitad de los electores registrados.