Un tiroteo en un centro de detención de inmigrantes (ICE) en Dallas, Texas, ha dejado tres personas muertas, entre ellas el tirador, y otra herida en estado crítico, según diversas fuentes oficiales de Estados Unidos. El director del FBI, Kash Patel, ha calificado el ataque como “políticamente motivado” y aseguró que balas encontradas en la zona llevaban escrito el mensaje “Anti-ICE”, aunque los blancos de los disparos no fueron agentes policiales, sino los inmigrantes detenidos.
Gran presencia policial en el ICE en el que se ha producido el tiroteo en Dallas
Fuentes policiales explicaron que un francotirador disparó a primera hora de la mañana contra una oficina local del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Dallas. El tirador, apostado en una azotea de un edificio cercano, disparó con un rifle cerca de 20 tiros, según diversos testigos, que impactaron en tres de los detenidos del centro.
El director interino del ICE, Todd Lyons, explicó que uno de los heridos falleció en el acto, y otro en el hospital mientras que el tercero estaba aún en estado crítico.
Agentes en el exterior del ICE atacado (AP Photo/Julio Cortez)
El autor de los disparos, que posteriormente se suicidó, ha sido identificado como Joshua Jahn, un joven de ascendencia anglosajona de 29 años, que recientemente se había quedado en paro. Tenía antecedentes policiales, puesto que fue detenido en 2015 por posesión de marihuana, y algunos medios lo vincularon con posiciones izquierdistas. Su hermano, sin embargo, declaró en la NBC que el joven no tenía posiciones políticas ni tampoco sobre la inmigración. Como votante estaba inscrito como independiente.
El ICE donde se produjo el ataque es un centro pequeño, que cuenta con solo tres o cuatro celdas de detención, donde los detenidos suelen ser procesados antes de ser trasladados a un centro de deportación, según un ex alto funcionario del ICE.
La capacidad del centro varía desde unos pocos detenidos hasta alrededor de 100 personas, pero normalmente tiene un promedio de unas dos docenas de personas a la vez, según el funcionario.
Coches de policía bloquean los accesos al ICE
Las autoridades estadounidenses han tratado de vincular el tiroteo con los continuos ataques contra policías y agentes de inmigración de personas que tratan de evitar su detención o la de sus familiares.
El director del FBI aseguró en su cuenta de X que “estos ataques despreciables con motivaciones políticas contra las fuerzas del orden no son un caso aislado” y compartió unas supuestas fotos de las balas encontradas en el lugar con mensajes anti-ICE. Patel advirtió que “esto tiene que terminar, y el FBI y nuestros colaboradores liderarán estas investigaciones para asegurar que quienes atacan a nuestras fuerzas del orden sean perseguidos y llevados ante la justicia”.
Balas con un mensaje anti ICE compartidas por el director del FBI Kash Patel, supuestamente intervenidas en el tiroteo de Dallas
El vicepresidente J.D. Vance escribió en X que “el ataque obsesivo contra las fuerzas del orden, en particular contra el ICE, debe cesar. Rezo por todos los heridos en este ataque y por sus familias”, sin tener en cuenta que los blancos del agresor fueron los detenidos, y no policías.
Kristi Noem, por su parte escribió que “si bien aún desconocemos el motivo, sabemos que nuestras fuerzas del orden del ICE se enfrentan a una violencia sin precedentes. Debe cesar”.
El ataque se produce en un momento de máxima tensión en la política inmigratoria de la administración Trump.
El autor de los disparos en el ICE de Dallas, que posteriormente se suicidó, ha sido identificado como Joshua Jahn
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) anunció este martes queque en lo que va del Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, se ha deportado a casi 600.000 inmigrantes. Según este departamento, otras 1,6 millones de personas se han autodeportado desde el pasado 20 de enero, para evitar el riesgo para su seguridad de un posible arresto violento.
El último informe de la organización Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC), de la Universidad de Syracuse en Nueva York, muestra que a finales de agosto el número total de extranjeros arrestados por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas parecía haberse estancado en 1.055 personas diaria, un 14 % menos que el promedio de junio, cuando esa cifra ascendió a 1.124, según el informe de TRAC, basado en cifras oficiales.

