Los embajadores de la UE, reunidos el viernes en Bruselas, comenzaron a debatir la posibilidad de conceder un creativo préstamo de 140.000 millones de euros a Ucrania financiado con los beneficios que generan los activos rusos congelados en Europa a causa de las sanciones comunitarias.
Se trata de un paso de gran envergadura que hasta ahora ha generado escepticismo en gran parte de los Estados miembros por los riesgos financieros que supone. Aunque el plan es todavía muy incipiente, en la Comisión Europea están convencidos de que ahora mismo es el momento ya que cada vez hay más consciencia entre los Estados miembros de que se requiere más coraje frente a Moscú porque la amenaza cada vez es más seria.
Alemania reforzará su seguridad aérea tras detectar un “enjambre de drones” junto a la frontera danesa
Las recientes incursiones de Rusia en el espacio aéreo, las sospechas por la presencia de drones en los aeropuertos daneses y el recrudecimiento de los ataques en Ucrania están ayudando a avanzar en esta dirección. También que el canciller alemán, Friedrich Merz, se haya expresado públicamente esta semana a favor del proyecto. Este sábado, el Gobierno alemán anunció un reforzamiento de la seguridad aérea después de detectarse un “enjambre de drones” sobre el estado federado fronterizo con Dinamarca.
El viernes, la Comisión presentó su propuesta en forma de documento en el que se esbozan los elementos generales –sin muchos detalles– de un plan que ya evocó la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, en el discurso sobre el estado de la Unión. La idea es entregar a Ucrania un “préstamo de reparación” de hasta 140.000 millones de euros que solo tendría que devolver una vez que Rusia pague las reparaciones de guerra.
Lo que pretende la Comisión es financiar este préstamo con el efectivo que generan los activos rusos inmovilizados en la UE, que ya asciende a unos 180.000 millones de euros. Ahora mismo se encuentran en el depositario de valores belga Euroclear, que debería firmar un contrato con la UE y sería el bloque comunitario quien se aseguraría que la entidad respeta sus compromisos con Moscú en el futuro. De este dinero, unos 46.000 millones se utilizarían para costear los créditos ya acordados en la reunión del G-7 del 2024.
En la reunión, el Ejecutivo comunitario intentó tranquilizar a los embajadores explicando que ha encontrado un modelo sólido que evitaría riesgos jurídicos y financieros tanto para Euroclear como para determinados Estados miembros preocupados. En teoría no se deberían tocar los derechos que Rusia tiene sobre sus activos soberanos y el préstamo se iría desembolsando en tramos, a medida que Ucrania vaya cumpliendo una serie de condiciones.
Un amplio grupo de países manifestó interés en la propuesta de la Comisión, pero también otros plantearon muchas dudas sobre su solidez o preguntas sobre las condiciones del préstamo, el vínculo con el G-7 y quién lo terminaría respaldando. Al final, se requiere que los Estados miembros avalen el préstamo para asegurar que Euroclear pueda devolver el dinero a Moscú cuando se levanten las sanciones y Rusia haya pagado las reparaciones. Uno de los más países escépticos es Bélgica, país que acoge la sede de Euroclear. “Confiscar el dinero de Putin y dejarnos los riesgos, no va a pasar, quiero ser claro. No va a ocurrir”, aseguró el primer ministro del país, Bart de Wever.