Las sanciones de la ONU contra Irán se restablecieron el sábado por la noche tras el fracaso de las negociaciones con Occidente sobre su programa nuclear, lo que exigió inmediatamente el regreso a la diplomacia.
Tras la luz verde del Consejo de Seguridad de la ONU, fuertes sanciones, que abarcan desde un embargo de armas hasta medidas económicas, volvieron a entrar en vigor desde el sábado a las 20:00 hora de Nueva York (domingo a las 00:00 GMT), diez años después de su levantamiento. Sin embargo, europeos y estadounidenses reiteraron de inmediato que esto no marcaba el fin de la diplomacia.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, instó a Teherán a “aceptar conversaciones directas, de buena fe”, al tiempo que pidió a todos los Estados que implementaran “inmediatamente” sanciones para presionar a Irán.
Los ministros de Asuntos Exteriores británico, francés y alemán aseguraron en un comunicado conjunto que seguirían buscando “una nueva solución diplomática que garantice que Irán nunca adquiera un arma nuclear”.
Mientras tanto, instaron a Teherán a “abstenerse de cualquier escalada”. Según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Irán es el único Estado no poseedor de armas nucleares que enriquece uranio a un alto nivel (60%), cercano al umbral técnico del 90% requerido para construir una bomba atómica.
Teherán niega tener tales ambiciones militares, pero insiste en su derecho a la energía nuclear para fines civiles, en particular para generar electricidad.
El acuerdo nuclear de 2015 (JCPOA) entre Irán y las principales potencias limitó este nivel al 3,67%. Según el OIEA, Irán posee aproximadamente 440 kilogramos de uranio enriquecido al 60%, un arsenal que, de enriquecerse al 90%, permitiría al país adquirir entre ocho y diez bombas nucleares, según expertos europeos.
El presidente iraní, Massoud Pezeshkian, declaró el sábado que Estados Unidos había exigido que Irán entregara “todo” su uranio enriquecido a cambio de una prórroga de tres meses de la suspensión de las sanciones, calificando esta solicitud de “inaceptable”. “Quieren que les entreguemos todo nuestro uranio enriquecido”, declaró Pezeshkian en la televisión estatal. “En unos meses, tendrán una nueva exigencia”, añadió el presidente iraní.
Temor a una nueva guerra
El Reino Unido, Francia y Alemania, un grupo de países conocido como el E3, activaron el mecanismo de “reinicio rápido” a finales de agosto, lo que permitió el restablecimiento de las sanciones levantadas en 2015 tras el acuerdo nuclear iraní en un plazo de 30 días.
Incluso antes de que se restablecieran formalmente las sanciones, Irán llamó a consultas a sus embajadores en los tres países el sábado, según la televisión estatal.
“La situación (económica) actual ya era muy difícil, pero empeorará”, teme Dariush, quien prefiere no usar su apellido. “El impacto del regreso de las sanciones ya es evidente: el tipo de cambio (del dólar frente a la moneda nacional, el rial) está aumentando, lo que está provocando un aumento de los precios de los bienes de consumo”, declaró a la AFP el ingeniero de 50 años.
El sábado, un dólar se cotizaba en el mercado negro a unos 1,12 millones de riales, un máximo histórico, según varios sitios web de seguimiento de divisas. Un periodista de la AFP observó una afluencia inusual de personas que compraban oro en las joyerías del Gran Bazar de Teherán, un refugio seguro.
“La mayoría de la gente teme otra guerra debido a la reactivación”, añadió Dariush, refiriéndose a los ataques de 12 días de Israel y Estados Unidos contra Irán en junio.
“Gestos concretos”
Durante toda la semana se celebraron reuniones de alto nivel en el marco de la Asamblea General de la ONU en Nueva York en un intento por encontrar una solución diplomática.
Sin embargo, el trío europeo consideró que Teherán no había hecho “gestos concretos” para cumplir sus tres condiciones: reanudar las negociaciones con Estados Unidos; el acceso de los inspectores del OIEA a las instalaciones nucleares sensibles de Natanz, Fordo e Isfahán, bombardeadas en junio por Israel y Estados Unidos; y un proceso para asegurar las reservas de uranio enriquecido. Rusia y China propusieron sin éxito el viernes en el Consejo de Seguridad de la ONU prorrogar seis meses el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), que expira el 18 de octubre, para dar más margen a la diplomacia.
En este contexto, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, acusó el sábado a Occidente de “sabotear” la diplomacia, reiterando que, para Moscú, la reintroducción de sanciones es “legalmente inválida” y que la decisión “no puede implementarse”.
En 2015, Francia, el Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, Rusia y China llegaron a un acuerdo con Teherán que establecía un marco para las actividades nucleares iraníes a cambio del levantamiento de las sanciones.
Estados Unidos, durante el primer mandato del presidente Donald Trump, decidió en 2018 retirarse del acuerdo y restablecer sus propias sanciones. Iran, posteriormente, se liberó de ciertos compromisos, en particular sobre el enriquecimiento de uranio.
“Irán nunca ha buscado ni buscará construir una bomba atómica”, afirmó el presidente iraní esta semana en la ONU.



