El Ejército israelí ha interceptado la última nave operativa de la Flotilla Global Sumud. Esta mañana, alrededor de las 9.30 horas, la transmisión en directo de la flotilla quedaba interrumpida cuando la Armada israelí abordaba el 'Marinette', el último barco que seguía rumbo a la Franja de Gaza. Pese a las declaraciones del ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, quien este jueves anunció la intercepción de las 44 embarcaciones que integraban la flotilla, este último barco, con bandera polaca y tripulado por unas seis personas, continuaba su trayecto hacia el enclave palestino desde la madrugada del viernes.
En una videollamada con los organizadores de la flotilla el jueves por la noche, el capitán australiano, que se identificó como Cameron, explicó que el barco tuvo inicialmente problemas en el motor y por eso se había quedado rezagado respecto al grupo principal, según ha podido saber Al Jazeera.
Imagen del directo del Marinette, el último barco sin interceptar de la flotilla (Captura de pantalla / Global Sumud Flotilla)
El barco, tripulado por seis personas, mantiene su emisión en directo
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel ya había amenazado a la embarcación de una intercepción este pasado jueves, alegando que “Si se acerca, su intento de entrar en una zona de combate activa y de romper el bloqueo también será impedido”. Por el momento, un total de 473 integrantes de la flotilla han sido detenidos por Israel y trasladados a la prisión de Saharonim, situada en el desierto del Neguev, en el sur de Israel. Ahora, los últimos integrantes de la flotilla interceptados por las Fuerzas de Defensa israelíes también serán trasladados con el resto de los tripulantes detenidos.
Según informó este viernes a EFE la abogada Loubna Yuma, del colectivo Adalah y parte del equipo jurídico de la flotilla, esa es la cifra de pasajeros de los barcos interceptados que han sido conducidos a la cárcel, desde donde se prevé que sean deportados a sus respectivos países a partir de la próxima semana.
En paralelo, las manifestaciones se suceden en ciudades de todo el mundo para exigir la ruptura de relaciones comerciales con Israel y presionar a los Gobiernos para que garanticen la seguridad de los tripulantes detenidos. Hasta ahora, la última imagen de los activistas es un vídeo difundido en redes sociales en el que aparecen retenidos en el suelo, mientras el ministro ultraderechista Itamar Ben Gvir los califica de terroristas y sostiene que su misión no es humanitaria, acusándolos de organizar fiestas en los barcos y de no portar ayuda.

