Jonathan Rinderknecht, un joven de 29 años, hijo de misioneros y descrito por conocidos como tímido, educado e introvertido, ha sido acusado por fiscales federales de provocar intencionadamente uno de los incendios más devastadores de la historia de California, ocurrido el pasado 1 de enero cerca de Pacific Palisades, informa el Los Angeles Times.
Según la acusación, Rinderknecht encendió el fuego poco después de medianoche en un sendero y, antes de hacerlo, habría escuchado repetidamente una canción de rap francés melancólica y descargado una imagen generada por IA que mostraba una ciudad en llamas. No se ha informado de un motivo claro.
Rinderknecht, que trabajaba como conductor de Uber y vivía en un pequeño apartamento de Hollywood, era conocido por sus vecinos como reservado pero amable. Sin embargo, tenía un conflicto legal con un vecino y había estado involucrado en demandas civiles no relacionadas con el incendio.
Un antiguo compañero de piso aseguró que Rinderknecht podía ponerse “infantil o molesto” si se le desafiaba, aunque nunca violento. Recordó que solían pasear juntos por el sendero Skull Rock, cerca de donde se originó el incendio. Otros testimonios dibujan un perfil mixto: una antigua casera de Airbnb lo describió como inteligente pero irrespetuoso y conflictivo, con posible consumo de drogas y daños en la vivienda, lo que le llevó a expulsarlo.
Destrucción tras el paso del fuego en California.
Rinderknecht nació en Florida, tiene vínculos familiares con Francia, donde sus padres —Joel y Jennifer Rinderknecht— trabajan como misioneros, y se consideraba francés. Era aficionado al Olympique de Marsella. Tras el incendio, se mudó a Florida, donde fue arrestado el 2 de octubre por la oficina del fiscal federal del distrito central de California.
El miércoles compareció brevemente ante un tribunal federal en Orlando, donde se le asignó un abogado defensor público y se ordenó que comparezca nuevamente el 17 de octubre para una audiencia preliminar.


