Los errores de Milei y Trump obligan a elevar el apoyo financiero a Argentina

Elecciones cruciales en el Cono Sur

El despliegue de Washington se ha multiplicado al persistir las dudas del mercado

A man walks past past a poster featuring Argentina's President Javier Milei and US President Donald Trump, reading #{emoji}147;No More Debt and Surrender,#{emoji}148; in Buenos Aires on October 14, 2025. Embattled Argentine President Javier Milei visits the White House on Tuesday, banking on a high-profile show of political and economic support from ally President Donald Trump ahead of crunch legislative elections. (Photo by Luis ROBAYO / AFP)

Carteles contra las relaciones con Trump en el centro de Buenos Aires

LUIS ROBAYO / AFP

En la volatilidad previa a las legislativas, Argentina ansía unos mercados y tipos de cambio estables. El coste para conseguirlo se ha disparado entre errores de cálculo y políticos. Desde abril, y si se confirman los planes anunciados por EE.UU., el país se ha dotado de 60.000 millones de dólares, más de 50.000 millones de euros, en diversos instrumentos. Respaldos que se ven necesarios, pero que a la vez abren más desafíos.

El primer paso fue en abril. El FMI firmó con Argentina 20.000 millones de dólares para construir reservas y levantar las limitaciones en el mercado de divisas. Se hizo sin sobresaltos, pero en los meses siguientes vinieron choques políticos con los socios –Milei no tiene mayorías– y corruptelas ligadas a su entorno que liquidaron parte del apoyo popular y culminaron en la debacle en septiembre en las provinciales de Buenos Aires. Tras la derrota, se empezó a proyectar otra caída en estas legislativas de octubre y un bloqueo en las cámaras a las medidas de Milei. 

Lee también

El futuro de Milei depende de Trump

Robert Mur
Horizontal

Con su continuidad cuestionada, el peso, los bonos argentinos y la bolsa se hundieron, con una prima de riesgo disparada. “Lo que mira el mercado es si es posible la continuidad del programa del presidente, unas elecciones pueden cambiar muchas variables económicas”, comenta Matías Bolis Wilson, economista jefe en la Cámara Argentina de Comercio y Servicios. En un efecto dominó, si Milei no recaba el apoyo en las cámaras no puede sacar adelante su programa –ya acumula varios vetos–, ni terminar de estabilizar el país, ni llevarlo al crecimiento ni cumplir en último término con el pago de la deuda. “Sin la coalición política que sustenta tu programa, pensar que vas a poder sostener el equilibrio fiscal, que es la base, y llevar a cabo tus reformas se vuelve una quimera”, analiza Ernesto Talvi, investigador principal para América Latina del Real Instituto Elcano.

EE.UU. se asienta como el actor clave para intentar buscar la confianza de los mercados

La volatilidad es habitual antes de unas elecciones. Con las finanzas bajo presión, la entrada en juego de Washington ha pesado, disparando un día las cotizaciones con los anuncios y luego hundiéndolas por la poca claridad o falta de ejecución. Por ejemplo, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, anunció la segunda gran medida, el swap de 20.000 millones, a inicios de octubre, con los mercados en plena tensión. “El apoyo hacía falta. Sirve porque Argentina no tiene acceso al mercado de financiación internacional”, dice Bolis Wilson. EE.UU. sale como garante de las finanzas, buscando aportar la confianza que Argentina no ofrece. Con el swap se compromete a comprar pesos para entregar dólares y reforzar las arcas públicas. “Se lo podrían haber ahorrado si Milei no hubiera tenido sus problemas políticos... Volvió necesario otro apoyo tras el del FMI, hizo que esa primera inyección no fuera suficiente”, cree Talvi, exministro uruguayo.

Tras la calma inmediata que logró el swap, la falta de concreción con el pasar de los días terminó agrietando los mercados, que dudaban de que cayera en saco roto. El peso volvió a caer y el Banco Central se vio obligado a intervenir para mantener su valor en una horquilla preestablecida en el cruce con el dólar. Con ese esquema, como el peso se escapaba por la parte superior, tenía que vender dólares para que no se disparara. El plan mordió en las reservas del Banco Central, con gastos de más de 1.000 millones de dólares en apenas días. “La entidad no tenía muchas reservas más para intervenir. Si perdía muchos dólares, los bonistas no sabían de dónde iba a sacar los que necesita para pagarles”, alerta Bolis Wilson. Argentina enfrenta vencimientos por unos 3.000 millones de dólares a fines de año. 

Lee también

Trump reaviva la motosierra de Milei

Luis Federico Florio
U.S. President Donald Trump shakes hands with Argentina's President Javier Milei as they meet during the 80th United Nations General Assembly, in New York City, New York, U.S., September 23, 2025. REUTERS/Al Drago

De nuevo con el objetivo de calmar las aguas, la solución volvió a ser de Washington, con una intervención directa e inédita en el mercado de divisas, comprando pesos para fortalecerlo en el cruce con el dólar. Las cuantías con las que interviene no han trascendido, pero sirvieron para devolver la calma... Hasta esta semana. Por verborrea o desconocimiento, Donald Trump dijo que el swap lo impulsaría solo si Milei ganaba las elecciones. Pero no especificó si se refería a las de ahora, a su continuidad posterior, a las presidenciales del 2027... El mercado se perdió y volvieron los nervios y ventas masivas. Al día siguiente, para tapar la sangría, el Tesoro americano se sacó de la manga otros 20.000 millones para Argentina, esta vez con fondos privados, de los que no quedan claras las contrapartidas.

“Con humildad e inteligencia, Milei podría recomponer su coalición y mantener la estabilidad”

Como sea, la volatilidad sigue y el peso no se aleja con firmeza de las 1.500 unidades por dólar, la peor tasa de los últimos meses. La estabilidad se persigue a golpe de anuncios, con la sensación de que primero se dispara y luego se calibra. “El apoyo político está clarísimo. Falta ver la letra pequeña”, apunta Bolis Wilson. En EE.UU. fuera del círculo Trump no faltan las críticas. La oposición, con una Administración cerrada, no entiende un apoyo tan grande a una nación que no es un aliado comercial relevante ni vive una debacle inevitable. Los agricultores también desdeñan que los argentinos le vendan soja a los chinos a costa de las cosechas estadounidenses. También hay voces que ven un rescate encubierto a fondos amigos de Trump y Bessent que han invertido en el país.

Más que mirar siempre al norte, Talvi cree que la solución pasa por combinar tres frentes. El primero, el de mayor liquidez internacional, que se conseguiría si el apoyo de EE.UU. se consolida. “Si el dinero está, las otras dos son factibles”, dice. Una es estabilizar las tasas de intereses y del dólar: “Con el poder de fuego que dan los aportes se puede mantener la estabilidad”. La otra, tejer alianzas políticas. “Con humildad e inteligencia Milei podría recomponer su coalición”. Combinado, “si se maneja el después de las elecciones con prudencia, el programa económico se puede reencauzar”. Porque los compromisos no dejan de ser otra losa para Argentina, que arrastra el colosal préstamo que el FMI concedió al Gobierno de Mauricio Macri en el 2018, cercano a 50.000 millones. Con datos actualizados a esta semana, Argentina supone el 35% de los montos totales adeudados al FMI. Campeones del mundo.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...