Un juicio ha empezado este lunes en París por el bulo de que Brigitte Macron, la esposa del actual presidente francés, habría nacido hombre y sería una mujer transexual. Se sientan en el banquillo ocho hombres y dos mujeres acusados de ciberacoso al propagar a través de internet informaciones falsas con ánimo denigratorio. Fue la propia Brigitte Macron quien presentó denuncia el año pasado por ciberacoso.
Este proceso en Francia, que debe durar dos días, tiene lugar en paralelo a las acciones legales emprendidas por el matrimonio Macron en Delaware (Estados Unidos) contra la influencer Candace Owens, que difundió la misma fake news a escala planetaria.
Según la fiscalía, los acusados no solo realizaron afirmaciones malintencionadas sobre el género de la primera dama francesa, sino también sobre la diferencia de edad entre la pareja (24 años), con la insinuación de que ella cometió pederastia cuando entabló la relación. Se conocieron cuando él era aún menor de edad y alumno en un instituto jesuita de Amiens donde ella daba clases de literatura y de teatro. Brigitte estaba entonces casada con su primer marido y era madre de tres hijos. Años después ella se divorció y se casaron.
Entre los acusados hay un influencer, una médium, un concejal, un maestro y un galerista de arte complotista y prorruso
Deben responder ante la justicia diez personas entre los 41 y los 60 años. Entre ellas destaca Aurélien Poirson-Atlan, expublicitario, conocido en las redes sociales como Zoé Sagan y especializado en destacar contenidos complotistas. Este influencer se hizo famoso hace unos años cuando difundió vídeos de carácter sexual de un político entonces muy próximo a Macron, Benjamin Griveaux, que fue portavoz del Gobierno y era candidato a la alcaldía de París. Como consecuencia del escándalo, Griveaux se hubo de retirar y se apartó de la política.
Delphine Jégousse, alias 'Amandine Roy', una médium, que figura entre los diez acusados
Otro de los acusados es Delphine Jégousse, alias Amandine Roy, que ejerce de médium. Junto a otra procesada, Natascha Rey fueron condenadas en el 2024 a pagar una multa y una indemnización a Brigitte Macron y a su hermano, Jean-Michel Trogneux (a quien supuestamente ella habría usurpado la identidad). Posteriormente, sin embargo, un tribunal de apelación las absolvió.
Entre quienes se ocultaban en cuentas anónimas para denigrar a Brigitte Macron había perfiles muy variopintos de ciudadanos apariencia corrientes y con profesiones respetables distribuidos por la geografía francesa. Están en el banquillo, por ejemplo, un maestro del departamento de Sena-Marne, cerca de la capital, un concejal de una localidad del departamento de Saona-Loira, un gestor inmobiliario que reside en los Alpes Marítimos y un informático de Alta Saboya. Otro de ellos, más conocido, es Bertrand Scholler, dueño de una galería de arte en París, de 56 años, a quien la revista Politis ha descrito como un habitual del complotismo y activista prorruso después de la invasión de Ucrania.
