Bruselas quiere blindarse ante el aumento de ataques híbridos rusos en la Unión Europea. Tal y como había prometido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el Ejecutivo comunitario ha presentado su estrategia para promover la democracia y combatir la injerencia de gobiernos extranjeros en las elecciones nacionales. Entre otras medidas, propone crear una red de influencers para concienciar sobre esta cuestión y establecer una guía sobre el potencial uso e impacto de la Inteligencia Artificial en campañas electorales.
Se trata de un plan que la Comisión ha bautizado como un “escudo democrático”, y que incluye también la propuesta de crear un Centro Europeo para la Resiliencia Democrática, un espacio para unir fuerzas entre los países europeos y las instituciones comunitarias con el fin de que compartan la información y el desarrollo de capacidades para contrarrestar los intentos de manipulación. Una de las tareas pendientes es detectar las amenazas con más facilidad. Sin embargo, se trata de una estructura muy incipiente a la que los países se podrán adherir de forma voluntaria.
La victoria de Maia Sandu
La UE pone el ejemplo de las “amenazas híbridas ” en la selecciones moldavas
El documento habla de tácticas que calan profundamente en el tejido de las sociedades europeas, con repercusiones que pueden ser duraderas. Por ejemplo, a través de la difusión de narrativas engañosas, que en ocasiones incluyen la manipulación y la falsificación de hechos históricos, para minar la confianza en los sistemas democráticos.
Entre las amenazas identificadas por Bruselas se incluyen el aumento del extremismo y la polarización, la disminución de la confianza y la participación, los intentos de alterar elecciones y la pluralidad del debate público y la libertad de expresión, o el deterioro del entorno en el que operan los periodistas y la sociedad civil. Fuentes comunitarias citan el caso de las elecciones en Moldavia, “un ejemplo muy revelador, ya que en Moldavia se pudo ver cómo se desplegaba de forma muy exhaustiva todo el arsenal de amenazas híbridas”.
Allí, las autoridades denunciaron que Moscú había llevado a cabo una campaña de injerencia a través de ciberataques o propaganda masiva para evitar la victoria de la europeísta Maia Sandu. “Pero Moldavia también es un ejemplo muy positivo, porque muestra cómo pueden funcionar las defensas democráticas y lo importante que es contar con todas las herramientas y todos los actores trabajando juntos para defender la democracia”, subrayan las mismas fuentes.
Por eso, otra de las propuestas propone colaborar con los países de la UE para elaborar unas líneas de actuación sobre el uso de la Inteligencia Artificial en las elecciones, después de los deepfakes generados con esta tecnología que que han sacudido varias campañas electorales. Ha sucedido, por ejemplo, en las recientes elecciones en Países Bajos, que ganó por sorpresa el candidato liberal Rob Jetten. Allí, en la recta final de la campaña las redes sociales se llenaron de imágenes o vídeos falsos generados por inteligencia artificial de los candidatos a les elecciones. Además, la Comisión abordará el aumento de los ataques contra los candidatos y representantes electos con recomendaciones sobre la seguridad de los políticos.
La UE también quiere aprovechar el poder de los creadores de contenido en las redes sociales para combatir la desinformación y crear una red de influencers para “dar a conocer las normas de la UE”. Fuentes comunitarias aclaran que en ningún caso la intención es usarlos para enviar mensajes, sino concienciarles sobre las responsabilidades que tienen especialmente cuando se implican en campañas políticas.
“Vemos campañas, incluidas las de Rusia, diseñadas específicamente para polarizar a nuestros ciudadanos, socavar la confianza en nuestras instituciones y contaminar la política en nuestros países”, avisa la Alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas.

