Ezio Gavazzeni está muy solicitado estos días, “más en el extranjero que en Italia”, comenta. Su libro sobre los francotiradores occidentales que iban a matar civiles en Sarajevo durante la guerra de Bosnia está terminado, pero aún no ha visto la luz: “Espero a que la justicia haga su trabajo”. A raíz del informe presentado por el escritor, la Fiscalía de Milán ha abierto una investigación y el cuerpo del grupo de operaciones especiales (ROS) de los Carabineros está ya trabajando en el caso.
En el centro de ese informe figuran “cientos de occidentales adinerados” que pagaron verdaderas fortunas para viajar a las afueras de Sarajevo y disparar contra seres humanos, participando en las masacres de civiles durante la guerra de Bosnia. Según el trabajo de Gavazzeni, las milicias serbobosnias de Radovan Karadzic los escoltaban hasta los alrededores de Sarajevo, donde comenzaba un macabro safari. Después regresaban a sus cómodas vidas. Nadie los ha investigado ni procesado y ni siquiera han sido identificados de forma pública.
Para Ezio Gavazzeni, los francotiradores civiles que iban de 'safari' a Sarajevo no eran mercenarios ni fanáticos.
¿No le parece una historia increíble, incluso inverosímil?
También yo lo pensaba. Conocía este fenómeno, había oído hablar de él en los años noventa, pero sinceramente creía que era una leyenda. Luego, al ver el documental Sarajevo Safari del 2022, sentí la necesidad de profundizar y surgieron cosas realmente impresionantes.
¿Qué aportó el documental Sarajevo Safari a su investigación?
El director Miran Zupanic me ayudó a obtener las primeras fuentes y nos facilitó las contraseñas para acceder al archivo del filme, con abundante material que puedo poner a disposición de la Fiscalía si lo solicita.
¿De dónde venían realmente esos francotiradores?
Para la parte italiana hablé de la autopista A-4, que va de Turín a Trieste, de oeste a este del norte del país, llegando hasta las fronteras de la ex-Yugoslavia, hoy Eslovenia. Pero la realidad es que venían de toda Europa y no solo de Italia.
¿Había también españoles?
No tengo los nombres, pero repito: venían de toda Europa, así que sería útil que los jueces de esos países, incluido España, investigaran.
¿Qué tipo de información está entregando a la Fiscalía?
La primera denuncia, entregada en febrero, tenía 17 páginas. En octubre, cuando la Fiscalía abrió la investigación, ya tenía mucho material nuevo, hasta llegar a 90 páginas. A medida que encuentro datos, los envío. En estos días he mandado más. El hecho de que el asunto se haya hecho público ha provocado que la gente empiece a hablar. Hoy ya me ha contactado una persona que consideré creíble y fiable, y me ha entregado más documentación sobre el tema.
Venían de toda Europa, así que sería útil que los jueces de esos países, incluido España, investigaran”
¿Intentó contactar con quienes participaron en esos viajes?
Sí, lo intenté. Cada vez que me acerco, incluso a través de personas de su entorno, todos se cierran en bloque. Cuando sean los carabineros quienes llamen a la puerta, quizá sea distinto.
¿Qué perfil tenían esas personas?
Pensaba que quien mata siempre tiene una motivación fuerte detrás, pero me equivocaba. Iban de safari , como lo llamaban ellos. No había ninguna adhesión ni a las víctimas ni a los verdugos: solo el placer de disparar. El turismo de guerra siempre ha existido, pero allí alcanzó un nivel casi sistemático. He definido este fenómeno como el paso de la banalidad del mal de Arendt a la indiferencia del mal. Miran el mundo a través del visor: quien pasa por delante recibe un tiro, como si fuera una pieza de caza.
En Italia se ha hablado de simpatizantes de extrema derecha. ¿Es así?
No eran mercenarios ni fanáticos. Eran abogados, empresarios, contables... Todos aquellos con licencia de armas que frecuentaban los polígonos de tiro y que podían pagar el equivalente a cientos de miles de euros por un solo viaje . Es un error etiquetarlos políticamente.
“Mataban sin ninguna adhesión ni a las víctimas ni a los verdugos: solo por el placer de disparar”
¿Tiene usted la lista de los nombres?
Algunos sí, pero sobre todo he indicado a la Fiscalía la manera de llegar a ellos.
¿Conocía a estas personas, eran famosos?
Puedo decir que uno de ellos me llamó mucho la atención, no me lo esperaba.
¿Cree que este fenómeno afecta también a otros conflictos?
Sí, también en Ucrania existe el llamado turismo de guerra , aunque por el momento no se conocen los detalles.
Se ha hablado mucho de cifras: ¿cuánto se pagaba por apuntarse a una de estas macabras excursiones?
Mucho dinero, pero evitaría hablar de cifras concretas. Hoy, con esa cantidad, uno podría comprarse un piso de tres habitaciones en Milán, una ciudad especialmente cara.


