La ley para publicar los archivos de Epstein llega a la mesa de Trump sin certezas sobre su cumplimiento

Estados Unidos

El Congreso aprueba el proyecto de ley de forma casi unánime, pero la Administración tiene mecanismos para bloquear la difusión de algunos documentos

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Presidente Donald Trump, esta mañana durante el Foro de Inversión Saudí en el Kennedy Center, en Washington.

Evan Vucci / Ap-LaPresse

El proyecto de ley aprobado en el Congreso de Estados Unidos que forzará al departamento de Justicia a publicar todos los expedientes no clasificados del caso Jeffrey Epstein ha llegado este miércoles a la mesa de Donald Trump. Cuando lo firme, como ha dicho que hará, todavía quedarán grandes obstáculos para la difusión de los documentos ocultos, que implican a personalidades políticas, empresariales y mediáticas, incluido el propio presidente.

La Administración Trump tendrá 30 días para cumplir con lo acordado. El texto del proyecto de ley, aprobado de forma casi unánime en la Cámara de Representantes y el Senado, reserva a la fiscal general, Pam Bondi, cierta discrecionalidad para redactar nombres y bloquear la difusión entera de aquellos documentos que afecten a la “seguridad nacional” o “pongan en peligro una investigación federal activa”.

Además, el departamento de Justicia podrá retener material que “constituiría una invasión claramente injustificada de la privacidad personal” o que “muestre o contenga abuso sexual infantil”. Por último, tampoco podrá salir a la luz la información protegida por las normas de secreto del gran jurado que procesó a Epstein en el 2019.

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Estas excepciones, que podrían ser interpretadas de manera amplia por parte de Bondi, han llevado a algunos demócratas a especular que podría tratar de esconder documentos clave que impliquen directamente a Trump y otros republicanos en la red de tráfico sexual y violación de menores del pederasta Epstein. Si verdaderamente Trump hubiera querido publicar todos los archivos del caso, tenía la autoridad para hacerlo sin necesidad de que el Congreso lo obligara.

La fiscal general ha dicho, en una declaración desde la sede del departamento de Justicia, que va a “seguir la ley”, incidiendo en que también se debe proteger a las víctimas de Epstein. Hace cuatro meses, afirmó que el motivo que la había llevado a retener la publicación de más documentos fue que su departamento había obtenido “nueva información”, cuya naturaleza no desveló.

La cláusula que permite bloquear la difusión de expedientes que comprometan una investigación federal podría aplicarse de inmediato. Cuando la semana pasada el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes publicó la última tanda de documentos recibidos de los herederos de Epstein, unas 23.000 páginas, que incluían correos comprometedores para Trump, el presidente ordenó a Bondi que abriera una investigación federal sobre los vínculos de demócratas prominentes, como el expresidente Bill Clinton, el megadonante Reid Hoffman y el exsecretario del Tesoro Lawrence H. Summers.

En caso de Bondi que se niegue a aplicar la ley para proteger a su jefe, el Congreso tendría pocas herramientas para lograr su difusión, pues la ley no incluye mecanismos de obligatoriedad. Podría emitir una citación para exigir los materiales y, si el departamento de Justicia se negara, los líderes de la Cámara de Representantes podrían remitir a los funcionarios para su procesamiento penal. El caso es que correspondería a Bondi decidir si se procesa a si misma o a su equipo.

La fiscal general, Bondi, se compromete a “seguir la ley”, pero confirma que redactará los archivos para proteger a las víctimas

La negativa de la Casa Blanca supondría un escándalo político todavía mayor del que ha perseguido a Trump en las últimas semanas. No solo traicionaría la voluntad de sus votantes, a quienes prometió en campaña total transparencia sobre el caso Epstein, también a los legisladores republicanos, a quienes, en un giro de 180 grados, el domingo recomendó que votaran a favor de difundir los archivos.

El senador Rand Paul, republicano de Kentucky y enemistado con Trump, dijo el martes que confía en que, dado el resultado tan abrumador en el Congreso, el presidente no tiene argumentos para bloquear la medida. “Creo que sería un error. Si realmente intentan jugar y ocultar parte de eso, creo que se les volverá totalmente en contra”, señaló.

Pero el senador demócrata Peter Welch, de Vermont, fue más pesimista: “Sería ingenuo pensar que Trump realmente ha tenido una conversión”, afirmó, en alusión al cambio de postura del mandatario, que pasó meses tratando de bloquear la votación en el Congreso. “Él no quiere que esa información salga”. El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, dijo que su partido hará “todo lo que podamos para asegurarnos de que todo, absolutamente todo salga a la luz y no oculten pruebas contra nadie que pueda ser incriminado por esos documentos”.

Los documentos publicados la semana pasada por la Cámara de Representantes sitúan a Trump en una posición de debilidad. El presidente sostiene que permitió a los republicanos votar a favor de la difusión de archivos porque no tiene “nada que esconder”, pero su nombre aparece en cientos de correos de Epstein, incluidos tres que parecen demostrar que conocía la trama de violación y tráfico de menores del financiero, y en uno de ellos el financiero afirmó que Trump “pasó tiempo” con una de las víctimas.

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