La guerra híbrida se libra en Telegram

Guerra en Europa

En los últimos años del conflicto, el número de sabotajes perpetrados por menores se ha disparado en Rusia y Ucrania, donde muchos adolescentes son reclutados a través de esta red social rusa a cambio de dinero

Horizontal

Usuarios de Telegram frente al logo de la aplicación rusa 

Reuters

En la guerra entre Rusia y Ucrania, no todo se disputa en el frente ni todos los actores son soldados.

Las acciones de sabotaje entre ambos bandos han sido una constante desde el inicio del conflicto, desde coches bomba a operaciones de espionaje, fuegos intencionados y explosiones en infraestructuras clave. Estos episodios se han producido incluso fuera de los países en conflicto, como es el caso del reciente sabotaje de una vía férrea en Polonia, clave para el envío de ayuda humanitaria a Ucrania. Según las autoridades polacas, los autores de la explosión fueron dos ciudadanos ucranianos, uno de ellos previamente acusado de sabotaje, y que han sido señalados por colaborar con la inteligencia rusa.

El aumento de este tipo de sabotaje en ambos países, que se acusan mutuamente de reclutar civiles para llevar a cabo ataques contra su propio país, es un fenómeno que ha crecido de manera exponencial desde el inicio de la guerra. Además, los ataques tienen en común un patrón cada vez más frecuente, y es que la mayoría de los saboteadores son adolescentes. En este contexto, la guerra híbrida cobra especial relevancia en Telegram, aplicación usada como centro de reclutamiento de menores tanto por Rusia como por Ucrania.

Crecen los sabotajes perpetrados por menores de edad y reclutados a través de Telegram

Según el medio ucraniano Texty, quien han podido recopilar varios Informes del Servicio de Seguridad de Ucrania sobre Terrorismo, el perfil de las personas relacionadas con atentados dentro del país ha cambiado radicalmente en cuestión de pocos años. Entre el 2022 y el 2023, el número de ataques no solo era mucho menor, sino que el perfil de sus autores era completamente diferente en términos de edades y experiencia. En la actualidad, los autores de esta creciente ola de ataques siguen una tendencia: suelen ser muy jóvenes, de entre 15 y 20 años, además de personas drogodependientes o necesitadas.

El auge de menores cometiendo delitos y supuestamente reclutados por la inteligencia rusa se ha traducido en un aumento significativo de las detenciones, especialmente entre el 2024 y el 2025, como declaró a Euronews la jefa de misión de la Misión de Monitoreo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ucrania, Danielle Bell. Este es el caso de dos jóvenes de 15 y 14 años, detenidos por las autoridades ucranianas mientras colocaban una bomba en la entrada de la casa de un militar, o de un adolescente de 17 años que planeaba poner una bomba en una furgoneta del servicio de reclutamiento, entrevistado por la BBC.

Los canales de reclutamiento ofrecen varias ofertas de sabotajes pagados entre 1.500 y 3.000 dólares

Además de la minoría de edad, los adolescentes autores de los sabotajes también tienen en común que fueron reclutados por Telegram, algo que según el doctor en historia contemporánea, Mariano López de Miguel, ocurre porque estos son personas más maleables. “No debemos olvidar que Telegram es propiedad de Pavel Durov, un empresario millonario ruso y joven. El Kremlin la utiliza principalmente porque aplicaciones como WhatsApp o Line están actualmente prohibidas en el país, y además, existe un factor nacionalista: usar Telegram frente a WhatsApp se percibe como un signo de orgullo nacional”.

La plataforma, utilizada ampliamente en todo el mundo bajo la promesa de ofrecer privacidad, se ha convertido en un centro de reclutamiento de saboteadores, donde las misiones que se asignan a estos jóvenes son cada vez más peligrosas, según Naciones Unidas. A través de canales discretos, los adolescentes reciben tareas específicas —como quemar un vehículo o colocar un artefacto— a cambio de una cantidad específica de dinero.

“El objetivo es el de desmoralizar al enemigo, ver que no están a salvo en ningún caso. Hacer un primer ataque, en el que la gente se acerca a ver los daños —principalmente agencias de seguridad e incluso civiles—, y que es seguido por una segunda oleada que causa las muertes”, detalla López.

Horizontal

Policías e investigadores rusos trabajan en el lugar de la explosión de un coche en el patio de un edificio residencial en Balashikha. 

YURI KOCHETKOV / EFE

Según la investigación que han podido desarrollar medios como la BBC, estos canales de Telegram funcionarían a través de ofertas de sabotaje y terrorismo, las cuales reciben una compensación diferente dependiendo de la operación y que van desde los 1.500 hasta los 3.000 dólares. Además, un informe del 2024 del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos constató que los reclutadores incluso recurren a las amenazas para presionar a estos menores y que se sientan obligados a realizar las órdenes de sabotaje.

“La guerra híbrida se libra en Telegram y no solo en Telegram, sino en todo el ciberespacio. Son las redes sociales, son las ocultaciones de bots… Es una guerra total, y ahora el nuevo campo de batalla es el ciberespacio y también el propio espacio aéreo, a través de los drones. Algo que ocurre en ambos bandos”, detalla el experto.

Al menos 158 menores han sido condenados por terrorismo y sabotaje en Rusia desde el inicio del conflicto

En paralelo, las acusaciones de reclutamiento de menores para actos de sabotaje también llegan a Ucrania, a quien acusan de actuar de forma muy similar a Rusia. Según el medio ruso Verstka, tras analizar datos del Tribunal Supremo ruso, al menos 158 menores han sido condenados por terrorismo y sabotaje en Rusia y la Crimea ocupada desde el inicio del conflicto.

Como señala el informe, la edad promedio de los adolescentes condenados oscila entre los 14 y los 17 años, lo que indica un modus operandi ucraniano muy similar al ruso, cometiendo incendios provocados a cambio de dinero prometido por los reclutadores. Cabe destacar, sin embargo, que la información sobre los casos y las condenas en Rusia es escasa, donde desde el 2016 se permite que menores de hasta 14 años sean acusados de terrorismo. 

Lee también

En Rusia, los enemigos están en todas partes

Nina L. Khrushcheva
Russian President Vladimir Putin chairs a meeting on engine-building industry development in Samara, Russia, Friday, Sept. 5, 2025. (Vladimir Smirnov, Sputnik, Kremlin Pool Photo via AP)

Algunos de estos casos no estarían relacionados con ataques terroristas, y en ocasiones se ha condenado por terrorismo a menores acusados de conspirar contra el Kremlin. Este es el caso de Arseny Turbin, un menor de 15 años que según el digital ruso Novaya Gazeta, fue declarado culpable de terrorismo por publicaciones en las que criticaba a Vladimir Putin en su canal de Telegram.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...