La noche más larga del Consejo Europeo

División ante los activos rusos congelados

Una apertura inesperada de Orbán propició el préstamo con eurobonos a Ucrania

Denmark's Prime Minister Mette Frederiksen, European Council President Antonio Costa and European Commission President Ursula von der Leyen hold a press conference during a European Union leaders' summit, in Brussels, Belgium December 19, 2025. REUTERS/Stephanie Lecocq

Frederiksen, Costa y Von der Leyen escenificando el acuerdo

Stephanie Lecocq / Reuters

Era más de la una de la mañana cuando, tras horas discutiendo el puzle financiero para entregar 90.000 millones a Ucrania, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, hizo un discurso ante sus colegas que terminó de matar el plan de utilizar los activos rusos congelados en Europa para un préstamo a Kyiv y propició el hito insólito de crear deuda común con el margen del presupuesto comunitario.

Orbán no se ha vuelto europeísta de repente, sino que, con su dureza habitual, contó lo que ya había dicho tantas veces ante la prensa: que a su juicio usar los activos era una declaración de guerra y que estaba en contra de toda la política comunitaria de apoyar a Ucrania. Sin embargo, según ha podido saber este diario, hizo por primera vez un matiz que pareció una apertura a estudiar las otras opciones encima de la mesa.

Los discursos de Meloni y Macron ayudaron a cambiar la dinámica hacia la alternativa de la deuda

Fue entonces cuando el árbitro de toda la discusión, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, vio la oportunidad de salir del atolladero. El portugués le recordó a Orbán que, si hasta entonces no se había explorado más la vía de los eurobonos, era porque el embajador húngaro ante la UE había dejado claro que Budapest iba a vetar esta opción, que requiere unanimidad. Costa le preguntó entonces si estaría dispuesto a retirar su bloqueo y, al decirle el primer ministro que podría retirarlo si no implicaba a Hungría, la discusión finalmente se desencalló. Más tarde, Eslovaquia y la República Checa se sumaron a la argucia en los tratados que les permitió aprobarlo sin estar involucrados.

Llegar hasta allí había sido muy complicado. Pese a ser un gran éxito por cumplir la promesa de evitar la bancarrota de Ucrania, la lectura para la Comisión Europea es agridulce, porque Ursula von der Leyen había apostado mucho por la vía del préstamo utilizando el dinero ruso por el impulso de los países nórdicos, bálticos, Polonia y sobre todo Alemania, después de que un artículo en el Financial Times del cancillerFriedrich Merzhiciese pensar a todo el mundo que ese iba a ser el camino. El conservador alemán también fue uno de los primeros en tomar la palabra en la noche más larga del Consejo Europeo, sin éxito.

Había indicios en los últimos días de que el plan de Von der Leyen y Merz tenía fisuras. Bélgica estaba radicalmente en contra con preocupaciones que todo el mundo veía legítimas, por ser el país en que se encuentran la mayoría de estos activos inmovilizados. Una carta con Italia, Bulgaria y Malta comenzó a cambiar el ambiente. Y en la cita del Consejo Europeo, en el documento que terminó presentando a las ocho de la noche la Comisión, acordado con el equipo de Costa y con los belgas, se pedía un cheque en blanco para que los países asumieran cualquier tipo de riesgo para proteger a Bélgica de la ira del Kremlin. Esto fue demasiado para la mayor parte de los líderes, que intervinieron para decir que por mucho que quisieran ayudar a Ucrania era difícil que acudieran a sus parlamentos nacionales a pedir este cheque en blanco. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, hizo un discurso muy elocuente para manifestar sus preocupaciones, y el francés Emmanuel Macron también ayudó a cambiar la dinámica hacia los eurobonos.

Pese al fracaso del mediático plan de usar los activos rusos, Europa ha cumplido con las promesas hechas por los líderes en el Consejo Europeo de octubre, cuando prometieron financiar a Ucrania durante los dos próximos años. También es una nueva demostración de que el bloque comunitario todavía es capaz de tomar decisiones de manera unitaria aunque sea en el último minuto y, sobre todo, un empuje a la flexibilidad de crear deuda común, algo para muchos todavía un tabú. “Que se normalice el uso de eurobonos es un paso muy grande en la integración”, subraya una fuente comunitaria.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...