Por qué China seduce, pero todos la ven con recelo

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Pekín juega al 'weiqi' frente a EE.UU. y Occidente con numerosas pero limitadas alianzas

Pekín cultiva muchos foros en los que es, siempre, una pieza clave.

Pekín cultiva muchos foros en los que es, siempre, una pieza clave.. 

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La reciente cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái en Tianjin suena a punto y aparte –y no por la viral conversación sobre la inmortalidad entre Vladímir Putin y Xi Jinping. Reunidos sus diez países miembros (incluida Rusia e India) y una decena de invitados, entre los ocho puntos de la declaración final, uno es “inesperado”, escriben los expertos: hay el compromiso de ampliar la cooperación militar.

En Tianjin China estuvo en el centro y los demás bailaron a su alrededor para formar una nueva banca de desarrollo centrada en Asia, llamar a la desdolarización, poner sobre la mesa la defensa de la soberanía de sus miembros citando incluso de forma expresa a Irán. Jean Joseph Boillot, experto en países emergentes del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas de París, la resume como una clara cumbre “sino-china”.

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¿Hay que temer a China?

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Portada Vanguardia Dossier nª80

¿El nuevo orden mundial de China asoma ya la cabeza?

Aquí la Organización de Cooperación de Shanghái sería clave. Los BRICS fueron lanzados por Rusia y Moscú intenta mantener un control control sobre su evolución, coinciden los expertos. El ascendente chino en otros foros multilaterales es también más matizado, aunque Pekín cultiva, además, y en paralelo, otros muchos foros en los que es siempre la pieza clave: la ASEAN-China o la Iniciativa de la Franja y la Ruta (también conocida como nueva ruta de la seda), de carácter eminentemente económico; el G-77 y los BRICS, en una perspectiva más política; la informal CHIRU (China, Irán y Rusia) en el ámbito de Defensa y más.

Pero sigue Boillot: “Existen muchas ilusiones en círculos chinos sobre la capacidad de China para imponer su concepto de tianxia, un mundo bajo el cielo chino, aunque la paciente estrategia de Pekín de jugar al weiqi, especialmente desde la llegada de Xi, dé la imagen de una potencia silenciosa que no busca imponerse. En realidad todos los principales socios de China, y en especial Rusia e India pero también Brasil dentro de los BRICS, se muestran extremadamente cautelosos ante un posible desequilibrio entre ellos y de ahí sus estrategias con múltiples alianzas o alineamientos, precisamente para escapar de la dependencia de Pekín”, concluye el especialista francés. Es decir: “China impresiona y seduce, pero todos la ven con recelo”.

Los ejemplos sobran. En la realidad política internacional las tres superpotencias (China, Rusia e India) reunidas en Tianjin tienen intereses divergentes. China e India tienen rivalidades fronterizas históricas. También India y Pakistán –ante las que Pekín pidió hace escasos meses contención. China y Rusia arrastran un antiguo litigio fronterizo en torno al río Amur –heredado de tratados de la época colonial– y aunque Pekín expande su influencia en Asia Central, especialmente en Kazajistán y para construir las rutas terrestres hacia el mercado europeo, este es (y no puede olvidarse) el antiguo patio trasero ruso.

Cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, caminaba junto al presidente chino, Xi Jinping, el miércoles, un micrófono abierto los captó hablando sobre trasplantes de órganos y la posibilidad de que los seres humanos pudieran vivir hasta 150 años.

El momento llegó cuando Putin y Xi caminaban con el dirigente norcoreano, Kim Jong-un, al frente de una delegación de más de dos docenas de líderes extranjeros para presenciar un desfile militar en Pekín que conmemoraba el 80.º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.

El presidente ruso, Vladímir Putin, camina junto al presidente chino, Xi Jinping, y el líder norcoreano Kim Jong Un, para presenciar un desfile militar en Pekín.

Archivo

Incluso Pakistán se halla en esta posición aprovechando la rivalidad entre EE.UU. y China para aumentar su margen de maniobra.

La preocupación por la dependencia excesiva de China en Moscú, de hecho, es algo que preocupa desde hace ya años, pero exacerbado en estos últimos años tras la invasión de Ucrania. Lo señaló el hoy director científico del Instituto de Economía Mundial y Estrategia de la Escuela Superior de Economía de Rusia, exresponsable de Carnegie Moscú y exmilitar soviético de alto rango Dimitri Trenin a este diario ya en el 2022: “En Ucrania Rusia se arriesga a acabar dependiente de China”. Actualmente parece aún más acusada cuando la novedad es la presencia de Putin junto a Kim Jong Un, el líder norcoreano, en el desfile militar posterior a la cumbre de Tianjin, con lo extraño que resulta poner en el mismo nivel a Pyongyang y a Moscú tras China.

Todos los principales socios de China, en especial Rusia e India pero también Brasil dentro de los BRICS, se muestran extremadamente cautelosos ante un posible desequilibrio entre ellos y de ahí sus múltiples alineamientos para escapar de la dependencia de Pekín

Jean Joseph BoillotInstituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas de París

China seduce,, porque comienza a poseer todos los activos de una superpotencia económica y militar “con muchos aspectos que inquietan a Occidente”, tal y como resumen en International Security David C. Kang, Jackie S.H. Wong y Zenobia T. Chang. En resumen: su producto interno bruto creció de 1,2 billones de dólares en el 2000 a 17 en el 2023; ha modernizado su ejército, aumenta rápido su arsenal nuclear y gasta cerca de 300.000 millones de dólares al año en defensa; empresas chinas, además, están en todo el globo a menudo en actividades sensibles como el manejo de datos y se sabe de su potencia en ciberespionaje. Y Pekín, “como todos los países de la región”, siguen los autores, reclaman tierras y militarizan islotes en los disputados mares del Este y del Sur de China.

Y sin embargo todos la ven con recelo, aunque sobre el mapa China tienda puentes en todo el globo y recuerde al weiqi (go en japonés), un juego inventado en el Gigante Asiático que consiste en ganar posiciones, envolver al contrario y lograr la hegemonía en una visión de largo plazo.

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Desorden mundial

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Portada de Vanguardia Dossier número 8

Steve Chan, referencia en el estudio de Asia Oriental de la Universidad de Colorado en Boulder, insiste por esto que “hablar de tianxia o de un nuevo orden mundial centrado en China es ridículo y representa una exageración. Solo pregúntales a quienes dicen eso si hablan chino y si han estudiado o trabajado en China. Pregúntales si saben jugar al weiqi. Nos comunicamos en inglés y no en español o chino y siquiera lo pensamos. De manera similar, no realizamos las transacciones internacionales en pesos o en renminbi. Esto debería decirnos algo sobre quién es la autoridad dominante en el orden mundial y ayudarnos a distinguir entre los hechos y la ficción, entre realidad y exageración. Para ser claros, China solo tiene un aliado formal: Corea del Norte”. Tianjin, precisamente por ello, no sería diferente de otras cumbres con jefes de Estado como la reunión anual de los líderes de la Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC) y la ASEAN, quienes no son aliados militares.

A diferencia de China, se recuerda, EE.UU. tiene muchísimos más aliados incluyendo a los estados miembros de la OTAN y gasta el doble de su PIB en el ámbito militar en comparación con China y sobre tres veces más en términos absolutos. Y la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca no lo ha cambiado.

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