María Couso,pedagoga, autora de ‘Cerebro y pantallas’:

“Al encender el móvil se apaga el cerebro del niño”

Tengo 38 años y disfruto aprendiendo. Investigo desde el 2012 el perjuicio que causa en cerebros de niños y adolescentes el abuso y la adicción al móvil. Nací en Vigo. Creo en la ciencia: no digitalicemos la educación. Soy madre de dos hijos de 12 y 7 años: ensayo el contrato familiar contra la adicción digital. (Foto: Dani Duch)

El abuso del móvil daña el cerebro infantil: ¿No aporta nada?

Soy madre, maestra, pedagoga e investigadora y desde el 2012 he documentado un exceso perjudicial para nuestros niños de su tiempo de concentración en las pantallas táctiles. El 98% de los niños tienen móvil.

¿Cuánto es el exceso y a qué edades?

A los dos años cualquier tiempo de exposición a un móvil o pantalla digital ya es nocivo.

¿Incluso ponerle dibujos animados?

En España los niños de dos años sufren una exposición de casi 48 minutos a pantallas y eso es nocivo.

¿A los 4 años puede estar más tiempo?

Solo ante la televisión, porque no tiene un acceso táctil. Además, requiere de mando a distancia que solo maneja el adulto, que debe velar para que no supere la hora diaria.

¿El niño de 8 años puede tener móvil?

A esa edad el móvil es el regalo estrella, pero es un regalo envenenado perjudicial para el neurodesarrollo del niño si lo usa más de hora y media al día.

¿Por qué la tele no perjudica tanto?

Porque los dispositivos de pantalla táctil reducen el control del usuario, en este caso el niño, sobre la decisión de usarlos.

Hay digitaladicción a todas las edades.

Pero es especialmente dañina cuando el cerebro humano está desarrollándose, porque reduce el control de impulsos a nivel prefrontal y, al poder llevar el móvil a todas partes en el bolsillo, pueden estar horas y horas hipnotizados por él. Debemos limitar el uso.

¿A los 12 años mejoran su autocontrol?

El móvil a esa edad es un auténtico peligro, convertido en la prolongación del brazo adolescente. Por eso cada familia debería pactar con sus hijos un “contrato de uso del móvil”.

El problema es que todo se hace con el móvil: también documentarse o pedir ayuda.

El uso no puede convertirse en una adicción. Pacten que no lo use de noche; ni en el cole; ni en las comidas y menos, las familiares.

¿Por qué el móvil deviene adicción?

Porque lo utilizamos y más a esa edad para calmar cualquier emoción desagradable...

¿Para distraerse y no pensar en ella?

Cuando el adolescente ha discutido con un amigo, le han reñido o saca malas notas recurre a la adicción al móvil, que usan desde niños para calmar cualquier emoción desagradable. Así se convierte en un recurso que ya usarán siempre y sustituirá al contacto humano y la comunicación entre personas y perjudicará su crecimiento y salud mental.

¿Cómo calmar esa ansiedad entonces?

Con una conversación real con los próximos; un libro; jugando; con un paseo. Así vas aprendiendo a gestionar tus emociones sin abalanzarte sobre la pantallita digital.

¿Por qué le preocupa tanto?

Estoy observando a niñas de 12, 13, 14 años que se sumergen hasta la dependencia en las redes sociales. Las usan más las niñas que los niños, y sufren su intromisión en su imagen corporal. Están siempre comparándose con lo que ven en redes y se deprimen.

¿Hasta qué punto?

El nivel de autolesiones de adolescentes en España es muy alto. Empieza con niñas que muestran síntomas de depresión, y algunas llegan a autolesionarse. Y ese porcentaje de niñas en España es muy alto. Se hacen cortes.

¿Tanto afecta la adicción al móvil?

En la adolescencia el cerebro se reconstituye y se transforma. Es como la oruga cuando se convierte en mariposa, se encierra en sí misma y se deconstruye para reconstruirse.

Supongo que no es fácil para nadie.

Los adolescentes tienen niveles basales de dopamina más bajos que los adultos, así que lo pasan peor y se desmotivan con facilidad.

Es el “me aburro” de los viajes largos.

Se desmotivan con facilidad, pero cuando encuentran un disparador que los motive la dopamina sube por encima de los niveles del adulto, por lo que estos adolescentes siempre quieren volver a ese disparador.

¿Y el disparador más a mano hoy son el móvil y las redes sociales?

Y el consumo de pornografía, que en nuestro país se inicia de media a los 8 años y de forma recurrente entre los 11 y los 12. Y más en los niños que en las niñas.

¿Niñas que consumen porno con 11 años?

Las niñas dicen que lo miran para aprender. El problema es que la pornografía es muy violenta y prima el deseo del hombre. Las adolescentes copian esos esquemas. Y mengua su autopercepción: el “yo soy importante y mi placer también importa”. Acaban creyendo que deben complacer al otro siempre.

¿A los 16 años admiten restricciones?

Es difícil imponerles ya una restricción absoluta, pero aún es importante marcar los tempos y aprovechar el pacto anterior para acordar que eviten el abuso.

Pero en los coles ya les dan una tableta.

Afortunadamente se están poniendo límites también a ese uso escolar y se evita la digitalización total del sistema educativo y la inmersión adictiva de los niños.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...