Hoy y mañana domingo
Voy a Palo Alto. La enhiesta chimenea marca el espacio, fabril en el siglo XIX. Hoy alberga el estudio Mariscal, en el corazón de un espacio abierto al cielo y al sol. Hay paz. Da gusto. Me reciben Pedrín y su hija Paula, hermano y sobrina de Xavier Mariscal. Son los responsable de Palo Market Fest, un mercado callejero con mucho encanto, orgullo de Barcelona, el primer fin de semana de cada mes: hoy y mañana toca Palo Market Fest (y el 5-6 de abril): moda justa, ocio sostenible, consumo responsable... Sin subvención pública: “¡Que el dinero de los contribuyentes se destine a otras cosas!”, sentencia Pedrín. Cultura y entretenimiento. Y diseño. “Yo aún asocio Barcelona y diseño”, afirma, y evoca cómo Maragall y Mariscal hicieron del diseño una potente industria local. El talento sigue.
Su hermano es famoso...
Xavier Mariscal. Nacimos el mismo día.
¿El mismo día?
Pero con nueve años de diferencia: Xavier el 9 de febrero de 1950, yo el mismo día de 1959.
¿Eran más hermanos?
Once hermanos. Por orden, Quique, Pepe, Pilar, Xavi, Carlos, Nacho, Santi y Jorge (gemelos), yo, Tono y Ada.
Padres valientes.
Mi padre era médico militar y mi madre estaba obsesionada con él.
¿Le marcaron?
Su ausencia: mi padre murió a mis diez años, y mi madre a mis dieciséis años. Para mí, un vacío muy brusco y muy doloroso.
¿Qué hizo usted?
Tirar para adelante. No mirar atrás.
¿Qué quería ser de mayor?
Creativo de lo que fuera. Dibujaba, hacía música rock con una banda, empecé a diseñar ropa... ¡Todo deprisa, deprisa!
¿Cuán deprisa?
Con 20 añitos ya tenía mi marca, Tráfico de Modas, y desfilaba mis modelos en el Salón Gaudí, en Barcelona, y en Cibeles, en Madrid.
¿A la sombra de su hermano?
Más tarde me juntaría con Xavier. Estábamos cambiando el aspecto de este país entre todos: eran los años ochenta y vivíamos a dos palmos del suelo, teníamos sueños y fluían las drogas y la felicidad.
¿Qué tipo de ropa hacía usted?
Ropa que no existía. Y todos los de la movida estaban locos por los que hacíamos: cantantes, músicos, artistas... Era ropa muy escénica y divertida.
¿Qué hacía entretanto Mariscal?
Andaba en aventuras pictóricas con Miquel Barceló y casi acaban como Gauguin y Van Gogh, cortándose una oreja. Barceló supo venderse internacionalmente.
¡Pero su hermano creó el gran Cobi!
Lo garabateó en una servilleta de papel. Se la dio a Pasqual Maragall.
La única mascota gráfica digna.
Cobi sigue vivo. Locales de Barcelona hoy aún lo exhiben, y se sigue usando ¡más de treinta años después!
¿Cuándo se unieron los dos hermanos?
Cuando Inditex creció, arruinó Tráfico de Modas. “Vente para acá”, me invitó Xavier: preparaba los Juegos de Barcelona y había mucho trabajo. Y aquí me reinventé: fui grafista y director creativo, lo fui desde cero, y otra vez ¡deprisa, deprisa!
¿Y luego que hizo?
Comisario de la exposición de Mariscal, en Londres, en la Pedrera desde el año 2010... Pasaron 250.000 personas.
Son ustedes siempre excesivos: ¿es quizá un sello valenciano?
Pues sí. La luz deslumbrante de Sorolla, lo sensorial, erótico, sexual, el placer y ese arrebato que uno persigue repetir.
¿Lo relaciona con este lugar?
Palo Alto, en el Poblenou de Barcelona. Aquí estamos. Sí. Aquí llegó Xavier, instaló su estudio de diseño y aquí trabajamos desde principios de los noventa.
Es un oasis en la ciudad.
Fernando Trueba le ha dicho siempre a Xavier Mariscal que este estudio de Palo Alto ¡es su mejor obra! Buena luz natural, espacios de relax y para trabajar a gusto, como una familia.
Y mucho espacio al aire libre, verdor...
¡Y ahora celebramos aquí los primeros diez años de nuestro Palo Market Fest!
¿Qué es Palo Market Fest?
Un mercadillo con conciertos de música, food trucks de la mejor gastronomía, paradas de ropa justa, complementos, artesanía... Un mercado callejero pero sofisticado, de diseño. Es un oasis verde en Barcelona, con arte y cultura, teatro y juegos para toda la familia. ¡Perros incluidos!
Tengo que ir.
Se chupará los dedos: hay muestras de muy buena cocina (gyozas , pizzas, tacos, arepas...), exposiciones y conciertos para bailar de la mañana a la noche, y también con dj. Y puede usted ser expositor.
¿Qué pretendió con Palo Market Fest?
Durante medio siglo he aprendido muchas cosas, y de camino a la edad de la jubilación he querido poner todo lo aprendido al servicio de los jóvenes.
¿Cómo ve usted a los jóvenes hoy?
Por aquí han pasado miles de diseñadores jóvenes. Y aunque están mejor preparados que los jóvenes de mi generación, gozan de muchas menos oportunidades.
¿Y usted, cómo se ve a sí mismo?
Yo estoy aprendiendo a delegar. Yo deseo que esto sea un foco en Europa, que nos copien y que haya mercados como este: lo sueño como gran mercado de diseño de Barcelona. Porque aquí... ¡el talento sigue!
Que así sea.
Lo veo como el encargo de la sociedad de montarle una fiesta gorda.