Abdennur Prado,activista musulmán, poeta y ensayista:

“El patriarcado musulmán no es el islam”

Tengo 57 años. Nací en Barcelona y vivo en Córdoba. Estoy divorciado y tengo dos hijas. Soy autodidacta. Tengo varios libros publicados sobre el islam y el Corán con una visión renovada. Los políticos deberían obedecer más a las necesidades de la gente y mandar menos según sus intereses. Soy musulmán. (Foto: LV)

¿Un converso en la España del siglo XXI?

Sí, he encontrado en el islam una aspiración más coherente con mis vivencias más íntimas.

¿Por qué no cristiano?

Nunca me ha gustado el culto al sacrificio ni la imaginería del Cristo sufriente.

¿Hijo de ateos?

Sí, y en mi adolescencia empecé a leer filosofía, y Schopenhauer y Nietzsche reforzaron mi posición atea.

¿Qué desafió su escepticismo?

A los 24 años me retiré a Bellcaire d’Empordà, donde pasé nueve meses en soledad dedicado a la escritura y tuve una experiencia que me cambió la vida: entré ateo y salí creyente.

¿Qué pasó?

La soledad te lleva a tocar fondo y a hacerte las preguntas esenciales. De repente me vi escribiendo poemas que yo no había pensado y comprendí que la inspiración poética era algo real ¡y en mis poemas apareció Dios!

Pero si era usted ateo.

Fue algo totalmente inesperado, la reflexión y el estudio vinieron luego. Salí de esos nueve meses transformado, pero no sabía qué hacer, estaba desconcertado porque no quería ser católico, no me gustan sus jerarquías.

El islam las tiene.

Si hubiera nacido en Irán no sería musulmán porque hubiera recibido esa impresión represiva. Lo que me ocurrió a mí fue una revelación, y en el islam la revelación está en el centro.

¿Y qué hizo?

Volví a Barcelona, trabajé en bares de noche durante siete años viviendo una gran contradicción entre mi despertar espiritual y esa vida hasta que no pude más y me fui a Córdoba, y lo que sucedió fue milagroso.

¿Qué sucedió?

En el islam decimos que cuando tú tomas una decisión valiente Alá te responde, y la causalidad fluyó de forma insospechada.

¿Recuerda su primera plegaria?

Cuando llegué a Córdoba, tras estudiar el Corán, seguía perdidísimo, y por primera vez en mi vida me postré y le pedí a Alá que me diese un trabajo en el que pudiera desarrollar mis capacidades intelectuales y una compañera con la cual fundar una familia.

¿Y?

En dos semanas tuve ambas. Me matriculé en la Universidad Islámica Averroes. Mi profesor de metafísica islámica, Abdelmumin Aya, director de Webislam, se sorprendió de que supiera tanto sobre el islam.

¿Le propuso un trabajo?

Un día me dijo que había soñado que yo debía sustituirle en la dirección de Webislam.

¿Y su mujer?

Sofí, era una francesa que un día se presentó en clase. Fue un flechazo, pocos días después decidimos casarnos. Aprendí a confiar en las fuerzas que guían la existencia, y esa entrega confiada es para mí lo esencial del islam.

¿Qué es Webislam?

Una web dedicada al pensamiento islámico, un trabajo tranquilo hasta que llegó el 11-S y luego el 11-M que me obligaron a involucrarme en el tema mediático y contrarrestar estereotipos, y empecé a involucrarme en la política luchando contra la islamofobia.

¿Cuál era su mensaje?

La espiritualidad, el pensamiento y la sabiduría islámica tradicional no tienen nada que ver con el 11-S ni el 11-M, ni con los acontecimientos geopolíticos del siglo XXI.

Volvió a Barcelona y creó la Junta Islámica Catalana.

Sí, y el Congreso Internacional de Feminismo Islámico, cuyo objetivo era promocionar los valores democráticos del islam.

Parece que feminismo e islam son contradictorios.

Si estudias la concepción del ser humano en el Corán, es totalmente antipatriarcal. En la mezquita fundacional del islam, en la ciudad de Medina, las mujeres y los varones rezaban en el mismo espacio. El patriarcado musulmán es antiislámico, no es el islam.

¿Defiende la diversidad sexual?

Estuve en congresos de organizaciones de homosexuales islámicos de todo el mundo, he conocido muchos ámbitos del islam actual que le sorprenderían totalmente.

¿Y es compatible?

No hay justificación islámica para la discriminación de los homosexuales. En el siglo XIX había bodas homosexuales en el contexto del islam tradicional, y los transexuales islámicos están integrados en muchas culturas. La realidad del islam es muy diversa.

Rompió con el mundo asociativo.

Salí de todos los cargos que tenía hace 12 años porque llegué a un colapso anímico debido a la contradicción entre lo que me había llevado a reconocerme musulmán y tener que estar metido en el mundo de la política.

¿Qué le interesa?

El estudio, la filosofía, la poesía, la música, el arte y la belleza del islam, y quiero que esa sea mi contribución. Me interesa el islam genuino, basado en la intimidad con lo divino.

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