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El modelo de 'superilles' puede generar desigualdades en el área metropolitana

Investigación UB

El artículo destaca que el proyecto se ha planteado sin tener en cuenta la complejidad territorial y funcional de Barcelona

Una de las superilles de Barcelona 

Xavier Cervera / Propias

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El estudio de los profesores del Departamento de Geografía de la Universidad de Barcelona alerta de que el modelo de superilles puede generar desigualdades económicas, territoriales o de acceso a los servicios, si no se tiene en cuenta la realidad y las necesidades del conjunto del área metropolitana de Barcelona, más allá de los barrios o distritos concretos. Además, denuncia las contradicciones entre el discurso ecológico y las prácticas urbanas locales del proyecto Superilla Barcelona y pone en duda su capacidad para afrontar los grandes retos ambientales y sociales desde una visión metropolitana.

El artículo observa que el modelo superilles, presentado como una solución a efectos del cambio climático y un modelo de ciudad más saludable y humana, se ha desarrollado principalmente desde una óptica de proximidad y actuación en el ámbito de barrio, sin tener en cuenta la complejidad funcional y territorial de Barcelona. Los autores hablan de un fenómeno al que llaman “localcentrismo”, una focalización para intervenir solo a escala de distrito o barrio, esto desconecta las actuaciones de la realidad metropolitana y de las necesidades del conjunto de la ciudad.

Las superilles están desconectadas de las necesidades del conjunto de la ciudad

Lluís Frago, uno de los principales investigadores, participó como observador en catorce reuniones del Consejo Asesor de la Superilla Barcelona, un organismo que creó el consistorio para asesorar sobre el desarrollo del proyecto, al mismo tiempo que entrevistó a expertos, antiguos responsables municipales y representantes de entidades económicas.

Superilla de Barcelona 

Shutterstock

De este trabajo de campo salieron varias conclusiones:

  • En primer lugar, destaca que el proyecto podría provocar una cierta fragmentación territorial, ya que es posible que intensifique la dinámica competitiva entre municipios y fomente una urbanización más aislada y con desigualdades de acceso a los servicios.

  • En segundo lugar, observan que el objetivo de afrontar retos globales como el cambio climático a menudo se traduce en acciones muy focalizadas a nivel local, cuyo impacto puede resultar limitado si no se integra en una estrategia más amplia.

  • Por último, expresan que el modelo tiende a priorizar la función residencial del espacio urbano y deja en segundo plano otros usos como el comercio, la actividad económica o la movilidad, con el riesgo de que esta orientación reduzca la complejidad urbana y el derecho colectivo en la ciudad.

Uno de los casos que se han analizado con mayor profundidad es el del distrito del Eixample, donde se ha desplegado el proyecto de forma más intensiva. Aunque es un espacio de alta densidad, con una gran concentración de actividades económicas, sanitarias y culturales, las actuaciones del modelo Superilla se han guiado por criterios residenciales y ecológicos. Esto ha generado algunas inquietudes por la pérdida de funcionalidad urbana y el impacto sobre sectores como el comercio, la restauración o el transporte de mercancías.