Cañones submarinos: accidentes geográficos clave para conocer el impacto del cambio climático

Océano y clima

En total se conocen alrededor de unos 10.000 cañones submarinos en todo el planeta, aunque solo se ha cartografiado el 27% de los fondos con alta resolución

Los cañones antárticos facilitan el intercambio de aguas entre el océano profundo y la plataforma continental

Los cañones antárticos facilitan el intercambio de aguas entre el océano profundo y las plataformas submarinas cercanas al continente

Marc Cerdà UB

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Los cañones submarinos son unas grietas profundas que se encuentran en el fondo del mar que tienen un papel decisivo en la preservación de la biodiversidad de mares y océanos: transportan sedimentos y nutrientes de la costa hasta las zonas más profundas, conectan aguas bajas y profundas, y generan hábitats ricos en biodiversidad.

En total, a día de hoy, se conocen alrededor de unos 10.000 cañones submarinos en todo el planeta, aunque solo se ha cartografiado el 27% de los fondos con alta resolución, hecho que indica que lo más probable es que esta cifra aumentará. 

Artículo publicado por la revista Marine Geology

Identifica un total de 332 redes de cañones submarinos, algunos de los cuales alcanzan más de 4.000 metros de profundidad

Ahora, un artículo publicado en la revista Marine Geology presenta el mapa más detallado que se ha hecho nunca de los cañones submarinos en la Antártida. Identifica un total de 332 redes de cañones submarinos, algunos de los cuales alcanzan más de 4.000 metros de profundidad. Este mapa ha sido elaborado por los expertos David Amblàs, del Grupo de Investigación Consolidado en Geociencias Marinas de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Barcelona, y Riccardo Arosio, del Grupo de Investigación en Geociencias Marinas del University College de Cork (Irlanda).

El trabajo destaca que los cañones submarinos de la Antártida podría tener un impacto más significativo del que se había pensado hasta ahora en la circulación oceánica, el deshielo de las plataformas de hielo y el cambio climático global, especialmente en zonas vulnerables como el mar de Amundsen (Antártida) o algunos sectores de la Antártida oriental.

De izquierda a derecha, los autores David Amblàs y Riccardo Arosio

De izquierda a derecha, los autores David Amblàs y Riccardo Arosio

UB

“Los cañones submarinos de la Antártida, como los del Ártico, presentan características similares a los de otras regiones del planeta, pero suelen ser más grandes y profundos. Esta diferencia se explica por la acción prolongada del hielo y por el inmenso volumen de sedimentos transportados por los glaciares hacia las plataformas submarinas cercanas al continente”, detalla David Amblàs.

Estos se forman, sobre todo, por la acción de corrientes de turbidez —flujos submarinos de agua— que desplazan sedimentos pendiente abajo a gran velocidad y erosionan en el valle en el que se encajan. En la Antártida, las pendientes pronunciadas del relieve submarino, combinado con la disponibilidad de sedimentos glaciares, potencian los efectos de las corrientes y la formación de grandes cañones.

Es urgente tener más conocimiento de los cañones submarinos para aumentar la fiabilidad de las proyecciones sobre el impacto del cambio climático

David Amblàs y Riccardo ArosioAutores de la investigación

Pero los cañones árticos no son únicamente espectaculares accidentes geográficos, sino que también facilitan el intercambio de aguas entre el océano profundo y la plataforma continental. Permiten que el agua fría y densa formada cerca de las plataformas de hielo se transporte hacia las profundidades oceánicas y así se produzca el agua antártica de fondo, que desempeña un papel fundamental en la circulación oceánica y el clima global.

Además, también conducen aguas más cálidas desde el océano abierto hasta la costa. Este proceso es uno de los principales mecanismos del deshielo basal y del adelgazamiento de las plataformas de hielo flotantes, unas estructuras críticas para mantener la estabilidad de los glaciares interiores del continente antártico. “Cuando estas plataformas se debilitan o colapsan, el hielo continental puede fluir más rápidamente hacia el mar y contribuir así directamente al aumento del nivel global de los océanos”, apuntan los autores.

“Por eso, es urgente seguir obteniendo datos batimétricos de alta resolución en zonas no cartografiadas hasta la fecha, que seguro que revelarán nuevos cañones, recoger datos observacionales tanto in situ como a través de sensores remotos, y seguir mejorando los modelos climáticos con tal de representar mejor estos procesos y aumentar la fiabilidad de las proyecciones sobre el impacto del cambio climático”, concluyen David Amblàs y Riccardo Arosio

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