La UPC entregó el pasado 17 de septiembre el 27º Premio UPC de Ciencia-Ficción Miquel Barceló a los escritores Miguel Ángel López Muñoz y Raúl Gonzálvez del Águila, que han ganado el galardón 'ex aequo'. En una entrega de premios que ha contado con la conferencia del escritor británico de ciencia ficción Ian Watson.
Con más de 30 novelas de ciencia ficción, fantasía y terror, 15 libros de relatos y uno de poemas, el escritor Ian Watson es un referente internacional del género de la ciencia ficción. El autor pronunció la conferencia I have no idea en el marco del acto de entrega de los premios UPC de Ciencia-Ficción Miquel Barceló, en la Facultad de Informática de Barcelona (FIB) de la Universidad Politécnica de Cataluña.
La entrega de premios también contó con la presencia del rector de la UPC, Francesc Torres, que dio la bienvenida al acto, en el que también intervinieron la decana de la FIB, Anna Rio; el profesor y subdirector de la Escuela de Ingeniería de Barcelona Este (EEBE) Jordi José, presidente del jurado del premio; los ganadores de la edición de este año, Miguel Ángel López y Raúl David Gonzálvez, y la presidenta del Consejo Social, Montserrat Guàrdia, que puso el broche de oro la ceremonia.
Premio homenaje a Miquel Barceló
El Premio UPC de Ciencia-Ficción se creó en 1991, impulsado por el Consejo Social de la UPC en el marco del programa de dinamización cultural y artística de este órgano. Desde su creación, se ha consolidado como uno de los certámenes referentes a España en este ámbito. Prueba de ello son las cerca de 2.400 obras presentadas a lo largo de su historia, una cifra que muestra también el creciente interés de este género literario. El premio rinde homenaje a Miquel Barceló, profesor de la FIB que destacó como editor, traductor y escritor especializado en ciencia ficción. Barceló fue el impulsor del Premio UPC de Ciencia-Ficción, que desde 2022 lleva el nombre del profesor.
Los escritores Miguel Ángel López Muñoz y Raúl Gonzálvez del Águila ganaron ex aequo el 27º Premio UPC de Ciencia-Ficción por las novelas La Semana de los Tecnoorgas y Rompenieblas en el abismo, respectivamente. Ambos se conectaron al evento por videoconferencia para hablarnos de sus sendas novelas, compartiendo un avance de las aventuras que esperan a sus protagonistas.
El galardón está dotado con dos mil euros y supone la edición y publicación de las obras ganadoras en formato digital y en papel, de forma conjunta entre la UPC y la editorial Apache Libros, especializada en la edición de novelas de ciencia ficción, terror y libros ilustrados.
Un detective en un mundo en el que todo tiene vida
Brian Kane es un duro y áspero detective privado que recibe el encargo incómodo de proteger a una mujer que cree que su vida puede correr peligro debido al ejercicio de su profesión.
Esta podría parecer una novela negra más, pero hay algunas diferencias, tal y como explica el autor, Miguel Ángel López Muñoz: “Kane no es un ser humano, o al menos no del todo, ya que es, como gran parte de la población de la Tierra, un tecnoorgue, un ser con solo 23 cromosomas que completa sus funciones vitales por medio de un exoesqueleto tecnológico”.
“En este mundo, vehículos, farolas, televisores, dispositivos de audio y toda máquina imaginable son tan vivos como tú y como yo. En este mundo, las personas no pueden salir a la calle, solo lo hacen los tecnoorgas. Esto genera una enorme cantidad de conflictos urbanos y sociales que dificultan aún más la tarea de Kane en un entorno complejo y con un fuerte trasfondo de odio al que es distinto y no se puede comprender”, añade el autor.

Los ganadores del Premio, Miguel Ángel López Muñoz (a la izquierda de la pantalla) y Raúl Gonzálvez del Águila (en el centro de la pantalla), se han conectado por videoconferencia en el acto
Una nave espacial con conciencia
“Rompecabezas es una perforadora, una nave sintiendo que viaja entre estrellas, cuya conciencia brota de las almas de los muertos codificadas en sus cristales de gnosis”. Así presenta Raúl Gonzálvez del Águila la nave que protagoniza su novela.
La acción comienza con una misión rutinaria de transporte de colonos, “aunque su objetivo es mucho más raro”, explica el autor. Al otro lado del nódulo de tráfico les espera el misterioso Jardín: una cincuentena de estructuras alienígenas escondidas cerca de un pequeño agujero negro.
La misión se complica con la aparición de una gigantesca perforadora que responde al nombre de Taladracuernos y que amenaza con romper el delicado equilibrio del Jardín. “Mientras tanto, en algún lugar, un hombre llamado Victor Orley despierta después de un sueño de cinco mil años, solo por encontrarse rodeado de personas que tienen dos cosas en común: todas tienen su cara, y todas quieren matarle”.