Malestar por el ruido y la contaminación: El 40% de las madres querría dejar Barcelona por el calor extremo y la mala calidad del aire
Crisis climática y maternidad
Un estudio de la UAB alerta del impacto del cambio climático y la precariedad urbana en el bienestar de embarazadas y familias con bebés
Las madres describen Barcelona como una ciudad hostil para la crianza
Un estudio pionero de la Universitat Autònoma de Barcelona alerta de que la contaminación, las olas de calor y las condiciones precarias de la vivienda están afectando de forma directa al bienestar de las mujeres embarazadas y de las familias con niños en la ciudad de Barcelona.
La investigación, elaborada por el Grupo AFIN de antropólogas de la UAB y financiada por el Ayuntamiento de Barcelona, constata que más del 80% de las madres querrían vivir en un entorno más saludable, pero casi la mitad no puede permitírselo por motivos económicos. El informe reclama actuaciones urgentes para proteger la salud materno-infantil en plena crisis climática.
Madres consultadas
El 96,5% señala las malas condiciones de la vivienda como un factor clave de estrés durante el embarazo
El estudio se ha basado en 35 entrevistas en profundidad y 313 encuestas a mujeres embarazadas o madres recientes de los diez distritos de la ciudad. El objetivo: analizar cómo los cambios ambientales y urbanos condicionan las decisiones reproductivas y la vida cotidiana de las familias con bebés.
Según los datos obtenidos de la investigación, un 15,3% de las participantes ya se ha ido de Barcelona buscando un entorno más saludable, mientras que un 40,6% quisiera hacerlo, pero no dispone de los recursos económicos para asumirlo.
La investigación revela desigualdad ambiental: las familias con menos recursos sufren más los efectos del calor y la contaminación
También destaca que el 96,5% considera esencial evitar el estrés que provoca vivir en viviendas demasiado calientes, mal aisladas o con cortes de suministro energético. Además, el 64,8% denuncia la falta de espacios públicos adecuados: sombra, fuentes o lugares tranquilos para dar el pecho.
Las madres describen Barcelona como una ciudad hostil para la crianza: ruido constante, contaminación atmosférica, altas temperaturas y carencia de refugios climáticos, especialmente durante las noches tórridas del verano. Muchas también expresan preocupación por los disruptores endocrinos y por la falta de información fiable sobre riesgos ambientales durante el embarazo.
UAB
Además, la crisis climática intensifica la carga emocional de la maternidad. Según el estudio, muchas mujeres viven el embarazo y la crianza con ecoansiedad y miedo por el futuro de sus hijos, y sienten que la responsabilidad de protegerlos recae excesivamente en ellas, sin un apoyo institucional suficiente.
Los problemas se agravan con la precariedad habitacional: pisos pequeños, mal ventilados o sin aislamiento térmico. Las familias con menos ingresos tienen menos margen para adaptarse a las oleadas de calor, acceder a viviendas confortables o irse de la ciudad durante los meses más extremos. Esta desigualdad ambiental influye directamente en la salud de las madres y los niños.
Cuidar la salud materno-infantil en un contexto de crisis ambiental no puede ser una tarea individual ni doméstica”
A pesar de las dificultades, estas madres despliegan múltiples estrategias de protección: modifican rutinas, evitan salir en horas de más calor, buscan productos menos tóxicos o promueven hábitos sostenibles. Pero estas estrategias dependen fuertemente de los recursos económicos disponibles.
El estudio es contundente: son necesarias políticas estructurales que garanticen entornos urbanos más saludables y equitativos. No es suficiente con responsabilizar a las familias.
“Cuidar la salud materno-infantil en un contexto de crisis ambiental no puede ser una tarea individual ni doméstica”, afirma Carolina Remorini, antropóloga de la UAB y coordinadora del proyecto. “Es necesario un compromiso colectivo para garantizar entornos urbanos saludables, sostenibles y equitativos para todas las maternidades e infancias”, sentencia.