Las primeras decisiones que marcan la actividad diaria de los Mossos d’Esquadra no se toman en la calle, sino en salas de mando donde decenas de pantallas reflejan, en tiempo real, alertas, incidentes y solicitudes de asistencia. Estos espacios, integrados de forma discreta en la estructura policial, sostienen una parte esencial del funcionamiento operativo del cuerpo.
“Las salas son una pieza clave en cualquier organización de emergencias. En nuestro caso, el sistema nos permite ver qué ocurre en el territorio y actuar con agilidad”, explica el inspector Germán Lizondo, subjefe del Centre de Comandament de la Prefectura.
El modelo actual ha evolucionado con el despliegue del cuerpo policial y ha pasado de un conjunto de salas territoriales dispersas a un único centro de mando con salas desconcentradas, con criterios operativos y de gestión unificados.
