Andalucía, con 27 fallecidos, es la segunda comunidad autónoma donde mayor número de personas ahogadas en espacios acuáticos españoles ha registrado desde enero a mayo de este año, sólo por detrás de Canarias, con 31. De hecho, la región encabeza este dramático ranking en el pasado mes, donde se tuvieron que lamentar de 13 de las 44 personas que perdieron la vida en el país, convirtiéndose, por otro lado, en el tercer peor mayo en ahogamientos portales de los últimos 10 años. Así lo ha detallado la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS) en su Informe Nacional de Ahogamientos (INA) hecho público hoy sobre este tipo de sucesos y en el que se recoge que en lo que va de 2025 se han producido un total 138 muertes en el país, 12 fueron víctimas menores de edad.
Aún no ha dado comienzo el verano y en la región se puede hablar de, al menos, dos niños muertos por ahogamiento en piscinas en mayo, uno, de 8 años, en Los Palacios (Sevilla); y otro, de 10, en Arcos de la Frontera (Cádiz). Ayer también se producía otro ahogamiento en Mijas, Málaga, donde perdía la vida también en una piscina un menor de 12 años. En la mayoría de los casos, estos siniestros se producen en lugares donde no hay socorristas.

Imagen que ilustra el Informe Nacional de Ahogamientos de 2025, elaborado por la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo.
Málaga es la provincia donde más ahogamientos mortales se han registrado en este año, un total de 7 víctima, dos más que el pasado año. Esto se debe, según ha informado Jéssica Pino, la portavoz nacional de prevención de la RFESS, en una entrevista en la ser, a que sigue existiendo una “falsa sensación de seguridad cuando uno se baña solo o en zona sin socorristas”, ha explicado, toda vez que detallaba que el perfil más común de los fallecidos en estas situaciones son varones mayores de 55 años. “La única garantía de respuesta ante una emergencia es la presencia de personal formado”, ha insistido.
De los 138 fallecidos en los cinco primeros meses del año 106 eran hombres y 32 mujeres. Un total de 56 personas fallecieron en playas, 44 en ríos, diez en piscinas y las restantes 28 en otros espacios acuáticos. En 88 de los lugares en los que se produjeron ahogamientos no procedía la presencia de un servicio de vigilancia, en 40 el servicio de socorrista no estaba activo y en otros diez sí lo estaba.