La Junta de Andalucía ha reconocido retrasos en la realización de pruebas diagnósticas vinculadas al programa de detección precoz de cáncer de mama después de que varias asociaciones denunciaran el colapso del servicio hace apenas una semana, una demora que se podía alargar varios meses para mamografías y biopsias.
Ha sido la consejera de Salud y Consumo, Rocío Hernández, quien ha dado cuenta de esta situación en una entrevista a la Cadena Ser, toda vez que ha pedido a las mujeres afectadas que pongan en conocimiento de su caso al Servicio Andaluz de Salud (SAS) para poder ser atendidas en un “circuito preferente” que se va a poner en marcha con carácter inmediato. Además, ha comentado, el área que dirige revisará todo el proceso de cribado y automatizará la priorización de las lesiones sospechosas.
Mujeres con ‘lesiones sospechosas’ a la espera
Fue en septiembre de 2025 cuando se dieron a conocer las denuncias de las pacientes a raíz del aviso de la asociación Amama, que alertaba sobre casos de mujeres que, tras detectárseles lesiones sospechosas, llevaban meses esperando una segunda prueba. El Defensor del Paciente trasladó el caso a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), acusando al SAS de una “clara dejación de funciones” que, a su juicio, ha puesto en “grave riesgo” la salud de las afectadas.
Por su parte, la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) ya había advertido en informes previos que este tipo de retrasos reduce la eficacia de los programas de cribado, concebidos precisamente para detectar tumores en fases iniciales.
Según datos oficiales de la Junta de Andalucía, el Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama invita cada año a 1,1 millones de mujeres y permite realizar en torno a 250.000 exploraciones. No obstante, los tiempos de espera se dispararon tras la pandemia y, a día de hoy, aún no se han recuperado los plazos óptimos de atención.
Ya en 2024, fuentes del Ministerio de Sanidad publicaba un informe donde situaba a la comunidad andaluza entre las regiones con mayores demoras en pruebas diagnósticas oncológicas, especialmente aquellas referidas a imagen mamaria y resonancias magnéticas, una tendencia que persiste en la actualidad.
La consejera pide “disculpas” el debate sobre el estado de la sanidad andaluza cala en la sociedad
Hernández ha querido transmitir hoy un mensaje de “tranquilidad”, destacando que el cribado andaluz “salva vidas” y que, solo entre enero y agosto de este año, permitió diagnosticar 1.800 cánceres de mama que de otro modo habrían pasado inadvertidos. “Pido disculpas por la situación de incertidumbre y angustia”, ha declarado, al tiempo que ha lamentado no haber recibido antes notificaciones directas de las asociaciones de pacientes.
La polémica ha reabierto el debate sobre las demoras en la sanidad pública andaluza. Mientras la Junta defiende que en los últimos años ha invertido en nuevos equipos de mamografía para reforzar el programa, partidos de la oposición acusan al Gobierno autonómico de “poner en peligro la detección precoz” y de “gestionar mal los recursos”.
Sin embargo, estos retrasos en el cribado de cáncer de mama se producen, además, en un contexto de tensión generalizada en la sanidad andaluza. Los sindicatos denuncian un déficit crónico de profesionales en hospitales y centros de salud, mientras que el Gobierno autonómico admite dificultades para cubrir todas las plazas. Tanto el presidente Juanma Moreno como la consejera Rocío Hernández han señalado que se trata de un “problema estructural” que afecta a todas las comunidades por la falta de especialistas en el sistema, aunque insisten en que la Junta ha ampliado las plazas MIR y ha activado incentivos para atraer y retener a personal sanitario en las zonas más necesitadas.
