Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, da un paso más allá tras la polémica suscitada por los fallos en el cribado de cáncer de mama conocidos recientemente, y ‘blinda’ su Gobierno dándole más poder a su mano derecha y número dos del Ejecutivo regional, Antonio Sanz, quien, además de seguir ejerciendo como consejero de Presidencia y Emergencias, se hace definitivamente con la cartera de Salud tras la dimisión de Rocío Hernández.
Con este movimiento, confirmado esta misma mañana, Sanz se convierte en el dirigente con más competencias y más poder de San Telmo tras el propio Moreno Bonilla, y supone una reordenación del equipo con la que se refuerza el control político y técnico de las áreas más sensibles de la legislatura. “La salud es una prioridad absoluta para mi Gobierno. Antonio Sanz será desde hoy consejero de Sanidad, Presidencia y Emergencias. Su experiencia de gestión, su capacidad de trabajo y su diálogo serán fundamentales para lo que resta de legislatura”, afirmó Moreno a través de la red social X.
El popular, pues, se convierte en el “escudo político” del presidente del Gobierno y en el gestor principal de las crisis políticas y administrativas que atraviesa el Ejecutivo autonómico. Recordemos que, durante la legislatura, Sanz ha hecho frente a algunos de los momentos más delicados, desde las huelgas del personal sanitario hasta la coordinación de emergencias por incendios, inundaciones o la crisis migratoria. Su perfil pragmático y su amplia trayectoria en gestión pública (fue delegado del Gobierno en Andalucía y secretario general del PP andaluz) lo consolidan como la figura más sólida y de confianza del presidente.
Gestión de la crisis sanitaria y reparto de funciones
Ha sido la manera de gestionar desde el pasado 8 de octubre el problema generado en el cribado de cáncer de mama, que afectó a 2.000 mujeres, aceptar los fallos en la comunicación de las pruebas y las soluciones aportadas para subsanar esta crisis, lo que ha terminado de convencer a Moreno de que Sanz era la persona adecuada para hacerse cargo de la cartera de Salud de manera definitiva. “Antonio Sanz es el dique de contención y el gestor de confianza de Juanma Moreno”, resumen en el entorno del Palacio de San Telmo. Y ahora, con la sanidad andaluza en el punto de mira, el reto es mayor que nunca.
Para ello, el presidente de la Junta ha optado por repartir las funciones que hasta ahora ejercía Sanz. Así, la portavoz del Gobierno y consejera de Economía, Carolina España, asumirá las competencias de Diálogo Social y Simplificación Administrativa, mientras que el consejero de Industria, Jorge Paradela, gestionará desde ahora la digitalización y la Agencia Digital de Andalucía (ADA).
Un relevo en mitad de la polémica
El relevo en Salud se produce en el momento más crítico de la legislatura para el Gobierno andaluz, después de que el fallo en el programa de cribado de cáncer de mama provocara un terremoto político, con la apertura de diligencias por parte de la Fiscalía y peticiones de comisión de investigación en el Parlamento.
El Ejecutivo asegura haber contactado ya con casi todas las mujeres afectadas y se compromete a completar las pruebas antes del 30 de noviembre, dentro de un plan de choque de 12 millones de euros que incluye la contratación de 119 profesionales sanitarios.
La Asociación Amama, que destapó el caso, ha criticado la falta de diálogo con la Junta, mientras que la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha pedido una auditoría independiente de todos los cribados regionales.
“Este caso ha puesto a prueba la capacidad del Gobierno y la confianza de la ciudadanía. Con Antonio Sanz al frente de Salud, buscamos recuperar ambas”, resumió Moreno ante los periodistas en Sevilla.


