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Rosario Bravo, la anciana centenaria desahuciada por error: “¡Que me den mis cosas!”

Vivienda

No ha recuperado sus pertenencias ni sus recuerdos y los vecinos de l’Hospitalet la siguen apoyando cuatro años después

Concentración de apoyo a Rosario Bravo, este miércoles en l'Hospitalet 

Llibert Teixidó

Un 19 de febrero, hoy hace cuatro años, el último tramo de vida de Rosario Bravo se truncó. Tenía 97 años y fue desahuciada por error. La justicia en realidad buscaba al vecino. Pero se equivocaron de piso y como no había nadie en casa arrasaron con lo que había dentro del inmueble. Casi un lustro después, ahora con 101 años, sigue reclamando una reparación. De golpe y porrazo y sin venir a cuento le desaparecieron muebles y recuerdos. Se llevaron también la única fotografía original de boda con su marido ya fallecido, un manuscrito con sus memorias en el que llevaba trabajando siete años y una mantilla de su madre. “Sigo reclamando justicia”, dice entre sollozos. “¡Que me den mis cosas!, o si no, lo que corresponda”, añade.

Este miércoles la Federación de Asociaciones de Vecinos de l’Hospitalet de Llobregat y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca Ciudad de l’Hospitalet han organizado una concentración de apoyo a Rosario a las puertas del Ayuntamiento de la segunda ciudad de Catalunya. “Estoy sufriendo, me acuesto y no duermo”, cuenta la anciana. “No lo voy a ver”, lamenta cuando se le pregunta por la posibilidad de que le devuelvan sus recuerdos o le otorguen una indemnización. No obstante, no se rinde y reivindica sus derechos. “Para mi el alquiler era sagrado”, asegura recordando que siempre estuvo al corriente de sus pagos. Aquel fue su hogar durante 60 años.

Rosario Bravo, este miércoles durante la concentración 

Llibert Teixidó

La diligencia de lanzamiento marcaba el ático primera del número 95 de la Ronda de la Torrassa de l’Hospitalet, pero la comitiva subió al sobreático. Ella estaba en una visita médica en Terrassa con su hijo. No había nadie en el piso. “El ascensor está mal marcado”, tercia su hijo, Emiliano Caballero. Desde hace un tiempo viven juntos en la ciudad vallesana. “Dos semanas después hicieron el desahucio del vecino, pero él ya había abandonado el piso. Era un taxista, que en el 2021 facturaba poco por la falta de turismo. Pero él fue el único que llamó para disculparse, aunque no era culpable de nada”, recuerda Emiliano.

Vía crucis judicial y humano

Desde aquel fatídico día la familia vive un vía crucis judicial y humano. De momento los tribunales no les han dado la razón. En su momento, la jueza observó un “lamentable error” en todo lo sucedido pero no un delito. El caso se archivó. Emiliano cuenta que quieren recuperar las pertenencias que cree que “no se han destruido” o bien una indemnización. Así lo han vuelto a reclamar ahora por la vía de la responsabilidad patrimonial. Persisten en que hay un error del gestor procesal y exigen una reparación al Ministerio de Justicia.

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En las pancartas de la concentración se han podido leer lemas como “PSC/PSOE, justicia para Rosario”, “señor ministro, menos palabras y más justicia” o “con mis impuestos no a esta injusticia de la justicia”. Cuenta Maite de la Concha, presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de l’Hospitalet, que “desde el primer momento” arroparon Rosario. Explican que se enviaron cartas advirtiendo a todas las instituciones posibles, incluido el ministro de Justicia, Félix Bolaños. Afean que no han tenido respuesta y ni les han pedido perdón.

Fuentes del Ayuntamiento de l’Hospitalet recuerdan que como urgencia a Rosario se le instaló una cama porque se las habían llevado todas. También que se aprobó una moción en apoyo, que se facilitó un informe que acreditaba que el servicio de recogida de muebles no se había llevado nada y el contacto de la síndica. La exalcaldesa, Núria Marín, le regaló una planta al cumplir los 100 años. Pero claro, la familia esperaba que la voz corriese entre los altos mandos de las instituciones. Que alguien con poder aportara un punto de humanidad en forma de reparación por todo lo sufrido. Y esto, de momento, no se ha producido.