La araña violinista, uno de los animales más tóxicos del mundo, vuelve a picar en Ibiza

Peligro

Ya se ha registrado algún caso de amputación como consecuencia de la picadura de esta animal en la isla

Araña violinista paseándose por la cocina del monasterio de Pedralbes. Imágenes de Carme Molist Vidal

Una araña violinista

Una mujer casi pierde una pierna a causa de la mordedura de la araña violinista (loxosceles laeta), que ha vuelto a picar en Ibiza. Recién llegada a la isla para trabajar como profesora en un instituto, Teresa (así se llama la mujer) tardó varios días en darse cuenta de la gravedad de la picada de la también conocida como araña del rincón, que podría haber terminado con su pierna amputada. Así se desprende de la información publicada por el Diario de Ibiza.

El pasado mes de septiembre de 2024, Teresa pasaba la tarde en su nuevo domicilio ubicado en de Cala de Bou cuando fue picada por este animal sin darse cuenta. “Estaba sentada en el salón de casa. Me miré detrás de la pierna izquierda, cerca del tobillo y pensé ‘¡Qué vergüenza!, tengo un grano blanco muy grande, como de adolescente’”, ha recordado en conversación con el citado medio.

Si embargo, lo que no sabía entonces es que no se trataba de un grano, sino de la picadura de la araña violinista. Aunque reconoce que no notó “absolutamente nada”, ahora cree que la araña podría haberla picado en el coche ese mismo día, cuando creyó haber visto una araña dentro del mismo.

Letal

Solo existen dos arañas más letales que la violinista: la errante brasileña y la de Sidney

Tras la picada, Teresa explica que “me lavé las manos, apreté el grano y salió mucho líquido blanco. Probablemente era veneno” (aunque en ese momento no lo sabía). En ese momento, no le dio demasiada importancia y siguió con su rutina como si nada. Sin embargo, “después de un día seguía prácticamente igual y, después de dos, se infló un poco, pero no le di importancia. Era una cosa muy suave, como cuando se te enquista un pelito”, ha explicado al Diario de Ibiza.

Sin embargo, 72 horas después de la mordida, Teresa se empezó a preocupar de verdad. Y es que, en ese momento, “al caminar me dolían el pie, el tobillo y la herida. Miré y era como un gran grano interno que no acababa de salir y se abultaba. Una cosa muy rara, no entendía nada”, explica. Decidió entonces buscarlo en Google y, al no encontrar nada parecido, pensó que era “una cosa tonta”.

Aún así, al día siguiente decidió acudir al centro de salud de Sant Antoni, donde le dijeron que era un grano infectado y le recetaron una crema antibiótica: error. Tras una semana, apareció en la pierna de la mujer “un bulto muy grande, una especie de volcán que supuraba algo de un color marronáceo rojizo”. Sufría entonces ya “un dolor muy agudo”, ha recordado.

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Fue entonces cuando una compañera de trabajo insistió en que volviera inmediatamente al médico y allí dio, por fin, con una enfermera que detectó que se trataba de la mordida de la araña violinista. Teresa ha tenido suerte, pues se ha quedado en un susto y en una pequeña cicatriz. Sin embargo, se han registrado algún caso de amputación como consecuencia de la picadura de esta animal en la isla.

Además del susto, Teresa ha tenido que curar muy bien su pierna tras la picadura. Durante octubre, noviembre y diciembre, tuvo que ir todos los días al centro de salud a que le realizaran las curas. Cada día había que “limpiar, sacar el veneno y tratar la herida con una pegatina que contiene plata”, ha contado al citado medio. Se le detectaron un total de cuatro bacterias distintas que tuvo que eliminar con varias rondas de antibióticos. Después de Navidad, las visitas pasaron a ser semanales hasta que, por fin, se curó la herida.

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