Los perros salchicha

Hace un par de años después de la presentación de un libro, mientras tomábamos una copa en una terraza, coincidieron en un extremo de la mesa dos amigas muy diferentes. Una es profesora de filosofía, especializada en crisis ecológica, decrecimiento y rewilding : todo lo que se puede hacer para renaturalizar espacios que el hombre ha artificializado y degradado. La otra es una expunk que tiene un perrito negro, muy nervioso y gruñón, tipo chihuahua. Se produjo una escena de una comicidad sublime. La amiga profesora de filosofía miró el perrito que la amiga expunk tenía en las manos, y le dijo: “¿tu sabes que esto antes era un lobo?” Mi amigo Vicenç y yo, que estábamos junto a ellas, lo pillamos enseguida. La amiga profesora quería que la amiga expunk entendiera que para pasar de un lobo a aquel insignificante bichito se necesitaron siglos de torturas y sufrimientos. La propietaria del chucho estaba tan concentrada en sus cosas que no se dio cuenta de nada, pero Vicenç y yo nos meábamos de risa. Es una situación que si la explico en una cena tiene el éxito que nunca falla.

Teckel

De las veinte razas preferidas por los franceses, la raza teckel es la que el pasado año creció más 

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Me lo ha recordado la noticia que los perros salchicha vuelven a estar de moda. De las veinte razas preferidas por los franceses, la raza teckel es la que el pasado año creció más, con diferencia. En Londres y en Milán se organizan paseos de perros salchicha, como los que se montan aquí de gente con sombrero. La que se celebró en París en noviembre reunió 2000 exlobos y a sus propietarios que no forzosamente eran expunks. Recuerdo cuando era chico que en can Torrent de Arbúcies tenían una pareja de perros salchicha, de pelo corto rojizo, la mar de monos. Al lado de los trágicos perdigueros que reservaban para la caza transmitían un punto de alegría y chifladura. Debieron hacerlos criar porque en una casa de la calle del Vern, no sé si eran parientes suyos, acabaron teniendo otros dos.

De las veinte razas preferidas por los franceses, la raza teckel es la que creció más

Los perros pequeños son como los cactus, plantas que pueden criarse dentro de casa y moverse de un lado a otro como un jarrón. A diferencia de los yorkshires y de los pequineses, tan huraños (hace tiempo que no veo ningún pequinés en ningún sitio), el perro salchicha es una poco apayasado, con una cabeza desproporcionada. El cuerpo parece que dentro lleve un muelle destensado. Cuando mueve las cuatro patas, tan cortitas, tiene chiste, pero es un perro de caza, muy inquieto y movido. Operació salsicha es una película de 1966 en la que cuatro teckels avispados hacen la vida imposible a un gran danés llamado Brutus.

La gente ama a los perros. Ahora mismo en Barcelona hay más perros que niños pequeños. Tienen abrigos, golosinas, guarderías y psicólogos. Esto no va a cambiar de un día para otro. Pero si sigue la moda de los perros salchicha al menos nos vamos a reír.

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