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El otro campanario de Gràcia

Barcelona secreta

Una torre con reloj corona el edificio Can Pardal, en Torrent de l’Olla con Montseny, cuyas campanas sustituyeron la de la plaza Vila de Gràcia, clausurada porque tocó a somatén durante la revuelta de las quintas de 1870

La torre con reloj que corona el edificio Can Pardal,

Xavi Casinos

Un antiguo edificio señorial se erige en la confluencia de las calle Torrent de l’Olla y Montseny, en el corazón del barrio de Gràcia. Su principal característica es el torreón con reloj que lo corona. El reloj dispone además de dos campanas que durante unos años sustituyeron a la famosa campana de Gràcia, situada en lo alto de la torre que se levanta en el centro de la plaza Vila de Gràcia, símbolo de este antiguo municipio independiente hasta 1897. Eran tiempos en que las campanas eran importantes porque ordenaban los tiempos de los habitantes de las poblaciones.

El edificio es conocido como Can Pardal, nombre que habría heredado de una antigua masía que había existido en su lugar a la que acudían numerosos pájaros. Fue construido en 1875 por la familia barcelonesa de los Aymerich como residencia de verano y tres años después se añadió el reloj de la torre y las campanas que sustituyeron temporalmente a la de la icónica torre, cuyo tañido prohibieron las autoridades tras la revuelta de las quintas de 1870 contra el reclutamiento forzoso de los jóvenes. La campana de Gràcia no paró de tocar a somatén durante la rebelión. Por eso, la torre de Can Pardal es conocida como la otra campana de Gràcia.

El edificio es conocido como Can Pardal, nombre que habría heredado de una antigua masía que había existido en su lugar a la que acudían numerosos pájaros

Xavi Casinos

En la esquina del edificio sobrevive el relieve de un ángel datado en 1905 que antiguamente sostenía un farol. Resulta que identificaba una farmacia que había existido en los bajos donde se elaboraban las famosas pastillas Juanola. También tuvo su sede en Can Pardal la fábrica de cerillas El Globo. Antes de construirse el actual edificio por los Aymerich, en la vieja masía que hubo en su lugar, se instaló el reconocido relojero suizo Albert Billeter, creador de históricos relojes, empezando por el de la torre de la plaza Vila de Gràcia.

Billeter también fabricó en Can Pardal un prodigioso para la época reloj astronómico que vendió al Congreso de los Diputados, donde aún permanece. El Senado le reclamó otro, que Billeter construyó. Sin embargo, al cabo de un tiempo la Cámara alta se desdijo del encargo y actualmente puede admirarse en el vestíbulo de la Reial Acadèmia de Ciències i Arts, en el número 115 de la Rambla.