El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha dado ciertos retoques al gobierno municipal coincidiendo con el ecuador del mandato y una vez se ha ratificado que ERC se quedará fuera. Aún así, los socialistas han dado a los republicanos la consideración de “socio preferente” y eso se traducirá en la cesión de dos comisionados: uno de política lingüística y otro de rehabilitación. Se trata de dos cuestiones en las que se han alcanzado acuerdos políticos durante los últimos meses y sobre los que habrá unas estructuras de seguimiento con miembros de ambos partidos.
La incorporación de esos dos comisionados se combina con unos ligeros cambios dentro del equipo de gobierno. Raquel Gil pasará a tener consideración de teniente de alcaldía, subiendo así al nivel que ya tienen Laia Bonet, Maria Eugènia Gay, Albert Batlle y Jordi Valls. La nueva área de Gil englobará las carteras de servicios sociales y promoción económica, trabajo, feminismos y memoria democrática.
Las cuestiones sociales pasan de Gay a Gil
Los ámbitos económicos ya los gestionaba Gil como concejal y la parte más social recaía hasta ahora en manos de Gay, que viene jugando un papel muy discreto y su peso ahora queda más reducido en el nuevo ejecutivo. “La modificación del cartapacio responde a la voluntad de dar un nuevo impulso a las políticas sociales”, indican fuentes municipales.
Liberada de ese ámbito, la segunda teniente de alcaldía incorpora a sus responsabilidades las relaciones internacionales, que dependían de alcaldía, aunque la comisionada de asuntos europeos, Mar Jiménez, sigue reportando directamente a Collboni en un momento en el que el Ayuntamiento está apostando por jugar un papel relevante en el continente.
El plan de barrios, que también dependía directamente de Collboni, pasa a recaer en manos de la abultada lista de temas que recaen en la primer teniente de alcaldía, Laia Bonet, al frente de urbanismo, acción climática, movilidad y servicios urbanos.
La cartera de vivienda pasa a depender de Jordi Valls
La cartera de vivienda, en cambio, que ahora mismo juega un papel central pasa de manos de Bonet a la del cuarto teniente de alcaldía, Jordi Valls, que también mantiene las competencias en economía, hacienda, turismo, ciencia y conocimiento.
El comisionado de vivienda, Joan Ramon Riera, pasará a estar bajo las órdenes de Valls, igual que lo hará una nueva comisionada de promoción económica, comercio y restauración. Se trata de Nadia Quevedo, que ahora viene del sector privado pero ya conoce el Ayuntamiento, donde trabajó como jefa de gabinete del primer teniente de alcaldía entre el 2009 y el 2011.
Con esta fórmula de comisionados y la reordenación de responsabilidades, Collboni espera suplir las limitaciones que le supone tener un gobierno con solo diez concejales y afrontar con garantías la segunda parte del mandato, hasta las elecciones del 2027.