Barcelona prepara multas de hasta 300 euros para quienes no rieguen el pipí de sus perros

Civismo

Se trata de una de las medidas previstas en el anteproyecto de la reforma de la ordenanza de civismo

Una persona riega los orines de su mascota

Una persona riega los orines de su mascota

Àlex Garcia

El gobierno del alcalde Jaume Collboni quiere aprovechar la reforma de la ordenanza de civismo del Ayuntamiento de Barcelona para redoblar su lucha contra principalmente las micciones, las pintadas y el consumo de alcohol en la vía pública. Las multas no experimentarán unos incrementos precisamente espectaculares, pero el remozado texto ya contempla unas cuantas circustancias que nadie tenía en cuenta unos cuantos lustros atrás. Además, los descuentos por pronto pago serán inferiores a los vigentes. En lugar de los del 65 o el 75% pasaríamos a otros del 40 o el 50%.

En algunos aspectos la ordenanza de civismo de Barcelona, que entró en vigor en el 2006, ya se antojaba un tanto obsoleta. Y lo de regar los orines de los perros en el espacio público barcelonés, por poner un ejemplo, ya no será un bonito detalle de cara a la gente, sino toda una obligación. Quien se olvide en casa de la correspondiente botellita podrá encontrarse con una multa de hasta 300 euros.

La propuesta prevé multas de hasta 300 euros para quienes no rieguen las micciones de sus mascotas

La última comisión del gobierno municipal ya aprobó el anteproyecto de la muy larga revisión de esta norma, y los concejales de la oposición aún disponen de unos cuantos días para presentar sus alegaciones. La propuesta se someterá a una primera votación en la próxima comisión municipal de Presidencia o quizás en la de julio, y después se abrirá un periodo de exposición pública para que los ciudadanos también puedan hacer sus aportaciones.

El teniente de alcalde de Seguridad, el socialista Albert Batlle, también adelantó este vienes que el ejecutivo municipal confía en que la aprobación definitiva de la nueva ordenanza tenga lugar en pleno de noviembre. Este calendario comporta algunos retrasos respecto a los primeros planes. En principio el gobierno municipal pretendía que entrara en funcionamiento este verano. Sí, el camino de la norma destinada a garantizar la convivencia aún es largo, pero su anteproyecto ya muestra algunas novedades. El teniente de alcalde Batlle también dejó caer que confía en que los intereses partidistas no boicoteen este proyecto.

Tal y como detallaron el propio Batlle y la comisionada de Convivencia, Monserrat Surroca, la norma propuesta no pretende poner coto únicamente a los orines de las mascotas, también quiere disuadir a las personas que alegremente se desahogan en las calles. Según la ordenanza aún vigente, hacer pipí en el espacio público se pena con multas de hasta 300 euros. Pero los técnicos municipales se sacaron ahora de la manga unos cuantos agravantes a fin de encarecer estas sanciones. De este modo, si calle es estrecha y el hedor más patente, la multa puede ser mayor. Además, la presencia de vespasianas públicas en las proximidades también puede suponer una multa más contundente.

Batlle y Surroca también explicaron que la ley de orgánica de seguridad ciudadana y otras normativas establecen unos topes a la hora de definir los montantes de las sanciones que el Ayuntamiento no se puede saltar. Así que nadie espere multas tremendamente ejemplares por hacer pintadas en las calles. La propuesta de reforma de la ordenanza, sin embargo, sí que incorpora la obligatoriedad de pagar los costes de la limpieza y también de la reparación de cualquier daño. Además, la promoción de estas actividades también estará penada. En términos generales, las alternativas al pago quedarán reservadas para las personas sin recursos, y estarán pensadas para que esta personas se vinculen a los servicios sociales.

Lee también

El otro objetivo de esta revisión normativa es redoblar la lucha contra el consumo de alcohol en la vía pública. De esta manera el nuevo texto también propone algunos agravantes, como la presencia de menores de edad en los alrededores. Ello permitiría sancionar los botellones con multas de hasta 1.500 euros, en lugar de con multas de hasta únicamente 600. Además, la remozada norma perseguirá actividades como mucho anecdóticas 20 años atrás, como las rutas de borrachera. Este borrador apuesta por castigar estas atracciones turísticas con multas de hasta 3.000 euros.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...