La jungla de Frank

Frank Cuesta se hizo famoso hace quince años por sus tarascadas con animales (“bichos”, les llama él, otro campechano) en las selvas de Tailandia, lances emitidos por la tele con su nombre: Frank de la Jungla . Además de ganarse el pan como entrenador de tenis, Frank decía ser veterinario, herpetólogo y rescatador de animales de las garras de traficantes para sanarlos en su “santuario” y liberarlos luego en la madre naturaleza.

En el 2013 le conocí y entrevisté para la Contra : me cayó simpático por su simpleza y naturalidad. Me contó que con 23 años se hizo musulmán para entrar en La Meca y se circuncidó a las bravas, insensibilizando su pene entre dos barras de hielo y cortando por lo sano (siguió un mes de infección): así es Frank.

Entre lágrimas, Frank contó por la tarde que el vídeo de la mañana era resultado de la extorsión de un examigo...

Frank de la Jungla se ha asomado esta semana en sus redes para confesar que nos engañó en casi todo. Fue el pasado martes por la mañana, con un vídeo guionizado en el que cantaba la palinodia, así: todo ha sido una farsa, no soy veterinario, no soy herpetólogo, no salvo animales (los compro para usarlos como espectáculo televisivo), no he padecido un cáncer. Compartiendo sus dramas, el ególatra Frank atrajo cuantiosas sumas de dinero en donaciones.

El mismo martes, pero ya por la tarde, Frank se conectó con sus seguidores vía streaming para contarles entre lágrimas que el vídeo matutino había sido resultado de una amenaza, un acoso, una extorsión. Y lloraba el hombre desde el papel de víctima doliente de una confabulación (pronto tendrá la culpa Pedro Sánchez, claro), de una traición “del que creí mi mejor amigo”: apunta a Chi, su exsocio... que guarda grabaciones de conversaciones de Frank. Problemas con la justicia tailandesa han confrontado a Frank y Chi.

El vídeo matutino, pues, fue el intento de Frank de frenar la amenaza de Chi de filtrar audios. De todos modos ya los hemos escuchado: ahí Frank habla de comprar suricatas (que “molan mucho a la gente”, para explotarlas en YouTube y televisión), habla de matar a un puto gato y habla también de envenenar a varios putos perros vecinales. ¡Amigo de los animales y salvador de “bichos”!

Jóvenes que veneráis a Frank Cuesta y su cháchara conspiranoid e contra toda sensatez: si decidís seguirle... haced lo contrario de lo que él proponga, ¡en todo! Para Frank todo el mundo es una mierda menos él: no descartéis que sea justo al revés. – @amelanovela

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