La vivienda se consolida como problema número uno de Barcelona

Barómetro del Ayuntamiento de Barcelona

Las dificultades para acceder a un piso asequible superan ya ampliamente a la inseguridad como principal preocupación de los barceloneses

Opinión | 'El dilema de Junts sobre el 30% de la vivienda' , por Enric Sierra

Anuncio de una promoción de viviendas en construcción en la Marina del Prat Vermell, en el distrito de Sants-Montjuïc

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Mane Espinosa

El problema de la falta de acceso a la vivienda se agrava día a día y Barcelona es, en ese sentido, el mejor ejemplo del empeoramiento de la situación. El primer barómetro municipal del Ayuntamiento de la capital catalana, presentado hoy, sitúa ya el de la vivienda como el problema número uno de la ciudad, y además de forma muy destacada.

En la anterior encuesta, la inseguridad ciudadana se mantenía, aunque por un margen mínimo, como el principal problema de Barcelona según la percepción de sus habitantes. Ahora, el acceso a la vivienda le ha arrebatado ese primer lugar: un 29,9% de los encuestados para el barómetro sitúan el residencial como el problema más grave de la ciudad, casi 7 puntos más que la inseguridad (23,1%), que históricamente había ocupado esta posición de manera casi invariable.

Completa el podio de las preocupaciones de los barceloneses el turismo: un 9,8% de los encuestados lo identifican como el problema principal.

El trabajo de campo de este barómetro se llevó a cabo a partir de 807 entrevistas telefónicas por la empresa Opinómetre S.L. entre el 26 de mayo y el 3 de junio pasados. En ese momento parecía próximo un acuerdo entre el gobierno del PSC y Junts, principal grupo de la oposición, para modificar las condiciones de la norma que obliga a reservar un 30% de las nuevas promociones de vivienda y grandes rehabilitaciones para pisos sociales. Sin embargo, en los últimos días la negociación entre las dos formaciones, que suman mayoría absoluta en el pleno, se han roto momentáneamente. Lo han hecho en un momento en el que la necesidad de habilitar todos los recursos para paliar el problema de la falta de vivienda se ha hecho más evidente si cabe.

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Esta nueva entrega del barómetro del Ayuntamiento de Barcelona ha permitido al gobierno en solitario del PSC sacar pecho de su gestión. Un 49,2% de los entrevistados considera buena o muy buena esa gestión. Es un porcentaje mayor que el de los que la califican de mala o muy mala (32,1%). Este resultado representa una notable mejora respecto al anterior barómetro (diciembre de 2024) y, como se ha apresurado a destacar el gobierno de Jaume Collboni, es la mejor valoración desde el año 2018, cuando Ada Colau afrontaba la recta final de su primer mandato al frente del Consistorio.

Hay que tomarse con mucha precaución el resultado que situaría al PSC como clarísimo ganador de unas elecciones municipales si se celebraran ahora. La intención de voto a los socialistas se eleva hasta el 16,1%, esto es 4,2 puntos más que el resultado obtenido en las elecciones del 2023.

Le siguen en la intención de voto de este sondeo municipal BComú, con un 7,9%, y ERC, con un 7,5%. Según esta proyección los comunes se mantendrían y Esquerra experimentaría un crecimiento que sorprende dada la larga crisis interna que atraviesa la formación republicana. 

Lo que más llama la atención es el desplome de Junts. A la ganadora de las elecciones del 2023, liderada entonces por el exalcalde Xavier Trias, se le atribuye una intención de voto de apenas el 4%, 9,5 puntos menos que en los comicios de hace tres años.

La precaución a la hora de interpretar el ascenso de los socialistas y, sobre todo, la caída en picado de Junts en este barómetro, viene dada por la fuerte desviación en el recuerdo de voto de las últimas municipales, que en el caso del PSC se sitúa en un 19,5% (7,6 puntos por encima de la realidad) y en el de Junts es de un 11,4% (2,1 puntos menos que el resultado real del 28 de mayo del 2023).

La encuesta del Ayuntamiento coloca a la CUP, sin representación en el actual Consistorio, por delante de PP y Vox, que sí cuentan con concejales. A la CUP se le atribuye una intención de voto del 2,7%, mejor que la del PP (2,4%) y la de Vox (1,9%).

A pesar de las aparentes buenas noticias que el barómetro ofrece al alcalde Jaume Collboni, único líder político que logra un aprobado (5,1), todavía son más los entrevistados que opinan que Barcelona ja empeorado el último año (45,7%) que aquellos que consideran que ha mejorado (30,2%).

Aunque cuando se pregunta a los barceloneses que señalen de manera espontánea cuál es el principal problema de la ciudad el incivismo aparece solo en séptima posición (2,7%), una gran mayoría de personas entrevistadas (83,4% de la muestra) admite que la falta de civismo es un problema grave o muy grave en esta ciudad.

El gobierno municipal tiene en marcha un proceso de revisión de la ordenanza de la convivencia en el espacio público y, por ello, ha preguntado en esta encuesta las soluciones preferidas para corregir la falta de civismo.

La respuesta es clara y concuerda con los resultados de otras encuestas y con las tesis que defiende el partido que gobierna la ciudad. Así, el 33,5% opina que el Ayuntamiento debería endurecer las sanciones a los incívicos. El 29,4% considera que debería incrementar la vigilancia y solo el 19% cree todavía en las campañas de concienciación.

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